Ante la compleja situación epidemiológica que presenta La Habana, se decidió extender a todos sus municipios, a partir de la segunda quincena de junio, la intervención sanitaria con las tres dosis del candidato vacunal Abdala, que actualmente se aplica en grupos y territorios de riesgo de la capital.
La información se dio a conocer en encuentro del Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, con el Consejo Provincial de gobierno de La Habana en formato ampliado, y en el que participaron autoridades políticas y administrativas locales.
El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, explicó que el propósito de esta inmunización es que al concluir el mes de junio, la totalidad de la población de La Habana prevista a vacunar, tenga aplicada al menos una dosis de Abdala, y más del 50 por ciento, dos dosis.
Al terminar julio, la totalidad de la población capitalina posible a vacunar habrá concluido el esquema de las tres dosis, señaló el titular del Minsap.
El Jefe del Gobierno de la República, no obstante, alertó que esta medida no puede significar un relajamiento de las medidas higiénico-sanitarias adoptadas; «una persona vacunada puede ser un portador y un transmisor de la COVID-19», alertó Marrero Cruz.
Debemos recordar —añadió— que toda la población de 0 a 18 años y otros miles de personas que no clasifican por tener diferentes patologías, no podrán ser inmunizadas por el momento, y por tanto quedarán en un estado de vulnerabilidad temporal.
Celebrada en Palacio de las Convenciones, a la reunión asistieron los viceprimeros ministros, Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, Inés María Chapman Waugh, Ricardo Cabrisas Ruiz, Jorge Luis Tapia Fonseca y Jorge Luis Perdomo Di-Lella.
En el encuentro, que fue moderado por el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, participaron ministras y ministros y el primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la capital, Antonio Torres Iríbar, entre otros.
La reunión tuvo como base el análisis de los resultados de una visita, conducida por el Grupo temporal del Gobierno para la prevención y control de la COVID-19, que no solo fue de control, sino también de acompañamiento e intercambio, explicó el Primer Ministro.
Nancy Acosta, jefa de la Oficina de Atención a los Órganos Locales del Poder Popular, explicó que fue una visita para identificar las reservas aún existentes en La Habana en el enfrentamiento a la COVID-19, el cumplimiento del plan de medidas y el refuerzo de ellas para contrarrestar la pandemia.
En la clausura Marrero Cruz señaló que «las circunstancias actuales exigen pasar a otro momento de actuación, de mayor efectividad y eficacia, y para ello tenemos que revisar los métodos de trabajo y reforzar el funcionamiento del grupo temporal provincial».
El recorrido incluyó los diez municipios de mayor complejidad en estos momentos con la pandemia, se laboró en más de 200 entidades y se contactó con más de 3 000 personas, además de intercambios con presidente de consejos populares y delegados de circunscripción.
En el resumen, la compañera Nancy Acosta destacó la ardua labor de las estructuras de enfrentamiento, con largas jornadas de labor y una intensa faena; no obstante, se de-tectaron malas implementaciones de los planes de medidas aprobados, entre otros problemas, lo cual confirmó el criterio de la dirección del país de que la prevención y control de la pandemia en la capital no requiere de nuevos planes de medidas, sino aplicar de forma correcta lo ya establecido.
Se reconoció el desarrollo exitoso de la intervención sanitaria que comenzó a partir de mayo en varios municipios habaneros y que ya ha permitido aplicar, hasta el 31 de ese mes, al menos una dosis de Abdala a más de 700 000 habaneras y habaneros.
Según se informó, entre los ensayos clínicos, los estudios de intervención y la presente intervención sanitaria, al cierre de mayo habían recibido los dos candidatos vacunales cubanos 1 021 104 capitalinos (primera dosis: 606 728; segunda: 346 362; y tercera: 68 014).
POR QUÉ ABDALA
Al exponer los elementos que justifican la intervención sanitaria en La Habana con el candidato vacunal Abdala, el titular del Minsap aclaró que tanto él como Soberana-02 mantienen muy buenos resultados de calidad. No se trata de eso.
No obstante, y ante la alta incidencia en el territorio, de manera sostenida, de la COVID-19, que ha creado una compleja situación epidemiológica, se tomó en consideración que el candidato vacunal Abdala cuenta con un ciclo corto (0-14-28 días); y existe suficiente disponibilidad del producto debido a un adelanto en su producción que permite acometer una intervención sanitaria de tal magnitud.
La propuesta para los municipios de La Habana tiene un primer momento, en el que se aplicará en la Habana Vieja; un segundo, en el que se intervendrá en Centro Habana, Marianao, Cerro y Diez de Octubre; y uno tercero, en Plaza, La Lisa y Playa, cubriendo una población total de 854 860 personas.
Tras hacer una valoración de la situación epidemiológica y el escenario actual del enfrentamiento a la COVID-19 en la capital, el ministro Portal Miranda consideró finalmente que esta constituye una infección de transmisión respiratoria, con aproximadamente un 50 por ciento de casos asintomáticos, por lo que la medida más efectiva continúa siendo el distanciamiento entre las personas.
En el escenario actual es imprescindible, dijo, garantizar el estricto cumplimiento de las medidas establecidas en el Plan Nacional de enfrentamiento a la COVID-19 aprobadas para su implementación; y avanzar en la estrategia de intervención sanitaria con los candidatos vacunales cubanos, hasta alcanzar elevados niveles de inmunización en la población.
LA HABANA POR DENTRO
A las presentaciones de Nancy Acosta, jefa de la Oficina de Atención a los Órganos Locales del Poder Popular, y José Ángel Portal Miranda, titular del Minsap, siguió un amplio debate por parte de dirigentes municipales y provinciales.
Se hizo un análisis crítico, nada justificativo, con el objetivo de superar los problemas hoy existentes en la prevención y control de la enfermedad, señaló en sus palabras de clausura el Primer Ministro.
Marrero Cruz, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, reflexionó que La Habana, desde el inicio de la pandemia, ha sido el territorio más complicado, al ser la provincia más densamente poblada y la capital de la República, como ha ocurrido en el resto del mundo.
Sabíamos que iba a ser el lugar más difícil, y que se requería una correcta aplicación de los protocolos aprobados, pero no en todo momento ha sido así, como se demostró en la recién concluida visita gubernamental, que detectó incumplimientos y violaciones de lo establecido.
El Jefe del Gobierno de la República destacó, pese a las insuficiencias, la labor del personal de Salud Pública en la capital, al cual —orientó— debe incrementársele la atención y apoyo. Han tenido un largo período de enfrentamiento, de gran esfuerzo, corriendo riesgos y salvando vidas, resaltó.
El Primer Ministro también emitió amplias indicaciones a aplicar por las autoridades políticas y gubernamentales de La Habana en las más diversas áreas de la economía y la sociedad. La batalla no ha concluido —dijo— y los revolucionarios no tenemos derecho a cansarnos.
Marrero reconoció al pueblo habanero por su paciencia y confianza, pero —acotó— necesitamos su acompañamiento en este proceso de vacunación, para que tenga un éxito completo.
«Tenemos que hacerlo no solo por La Habana y por los habaneros, tenemos que hacerlo por Cuba», porque si La Habana está complicada, estamos complicando a Cuba —sentenció—. Incluso en el momento en que tengamos cero casos en el resto del país, y en La Habana exista COVID-19, está complicada la nación.
«Cuba depende de La Habana por su condición de capital política y económica», señaló para agregar que «con el aporte de todos, y cumpliendo las medidas con disciplina, lograremos vencer esta difícil etapa, y así poder disfrutar en agosto, con las medidas que habrá que tomar, de un merecido descanso de verano, pero eso depende de todos nosotros, de que hagamos todo lo que nos hemos propuesto aquí».
Hoy (3 de junio), cuando el General de Ejército Raúl Castro Ruz cumple 90 años, señaló, «lo felicitamos y le deseamos que continúe teniendo buena salud, larga vida, y le decimos al combatiente y guerrillero, que en este combate contra la COVID-19, aquí en La Habana también lograremos, todos juntos, demostrar que sí se pudo, sí se puede, y siempre se podrá».