La situación de crisis provocada por la pandemia de COVID-19 destruirá durante 2021 el trabajo equivalente a 100 millones de empleos a tiempo completo, a lo que se sumarían otros 26 millones en 2022, según la Organización Internacional del Trabajo, que prevé un crecimiento de la ocupación en 2023, aunque insuficiente para recuperar la pérdidas.