Una reunión sobre tema migratorio entre Washington y La Habana anunciada para este jueves destapa el temor entre los cubanos de que un acuerdo entre las partes limite el acceso a territorio estadounidense, dijeron periodistas independientes desde la isla a Radio Televisión Martí.
La noticia “ha sacudido de alguna manera a todos los que están tratando de hacer un plan, una ruta de escapada desde Cuba. ¿Qué temen? Que esta conversación migratoria traiga restricciones”, comentó desde La Habana Yoani Sánchez, directora del diario digital 14ymedio.
Tras un reporte el lunes de la agencia de noticias Reuters sobre la reunión, las autoridades cubanas confirmaron la realización de la ronda migratoria con Estados Unidos, la primera en cuatro años, y en medio de una crisis en la frontera Sur estadounidense, donde en lo que va de año fiscal la oficina de Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha contabilizado la entrada de 78.903 isleños.
De acuerdo con datos de esa agencia federal, entre el 1 de octubre de 2021 y el 31 de marzo de este año, arribaron a territorio estadounidense un total de 79.835 cubanos.
“Ya saben que estamos viviendo un momento especial, un éxodo masivo y silencioso, especialmente a través de Centroamérica. Está creciendo, alarmantemente, el número de cubanos que llegan a la frontera Sur de Estados Unidos. Y eso también es una estrategia política del régimen de La Habana, que cada vez que tiene una situación de tensión social dentro del país, pues abre la válvula de escape del éxodo de la emigración”, subrayó Sánchez.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba confirmó en Twitter que la reunión se realizará en Washington, el jueves, 21 de abril, y que estará encabezada por la parte cubana por el viceministro Carlos Fernández de Cossío.
EEUU y Cuba no se sientan a conversar sobre el tema migratorio desde julio de 2018, bajo la administración de Donald Trump, que dio un giro a la política de acercamiento impulsada por su predecesor, Barack Obama, y endureció las sanciones contra el régimen de la isla.
La gente teme que esta conversación formal ponga fin, restrinja o de alguna manera obstaculice la llegada a Estados Unidos de los miles de cubanos que están saliendo cada mes, sostuvo Sánchez.
“Pueden venir limitaciones, pueden venir restricciones, y pueden ver, también, acuerdos entre ambas administraciones para, por ejemplo, poder deportar a la isla a más cubanos que están en territorio estadounidense”, puntualizó la periodista.
La Habana dejó de aceptar las deportaciones de cubanos desde EEUU desde octubre de 2021.
La estampida de cubanos hacia territorio estadounidense que siguió al levantamiento, por parte de Nicaragua, de los requerimientos de visa a los isleños en noviembre pasado, también preocupa a Washington.
“Hemos visto un aumento significativo de inmigrantes cubanos irregulares hacia Estados Unidos, tanto por vía terrestre como marítima. (…) Los cubanos ocupan actualmente el segundo grupo más grande que llega a la frontera suroeste de Estados Unidos”, dijo a Reuters un portavoz del Departamento de Estado.
Este lunes, el Instituto Nacional de Migración de México informó que entre el 1 de enero y el 13 de abril de este año interceptó a 15 mil 907 cubanos durante su ingreso y tránsito por territorio mexicano. En igual período, ha deportado a 928 isleños.
Según el periodista Iván García la situación es preocupante.
“Es una bomba migratoria. Es lo que la gente dice, es la decadencia de un sistema que no funciona, un sistema que no puede dar un mínimo de calidad de vida que hace que la gente se marche. Es una oleada”, concluyó.
Activistas cubanos en el exilio, por su parte, señalan la urgencia de poner en la mesa de diálogo entre Estados Unidos y Cuba otros temas más urgentes.
“Los únicos puntos a tratar con la dictadura son: liberación inmediata de todos los presos políticos, respeto a los DDHH de los cubanos incluidas las elecciones libres. Claro, que estos no van en la conversación, son condiciones antes de sentarse. Y se acaba la crisis migratoria”, señaló en Twitter Rosa María Payá, coordinadora de la plataforma cívica Cuba Decide.
La Asamblea de la Resistencia Cubana también manifestó su rechazo al anuncio de nuevas conversaciones migratorias que, a su juicio, envían un mensaje de debilidad, no de apoyo, al pueblo cubano.
“El régimen castrista es un régimen violador de derechos humanos que ha cometido y comete crímenes de lesa humanidad. El intercambio a nivel de negociaciones de este tipo a menos de un año de la rebelión popular del 11 de julio en Cuba con la consecuente serie de juicios y condenas masivas a los manifestantes constituye un verdadero regalo a una dictadura a la que se le debe castigar por su opresión al pueblo cubano”, señaló en un comunicado la coalición opositora en exilio.
La Asamblea de la Resistencia añade que estas negociaciones son el resultado de la presión migratoria que el régimen ha ejercido en contra del gobierno estadounidense en los últimos meses.
“No es nada sorprendente. Cada vez que crece la rebeldía del pueblo cubano, el régimen ofrece una válvula de escape. La migración hacia Estados Unidos, particularmente bajo administraciones demócratas, ha sido utilizada tantas veces por la dictadura castrista como arma política que se hace tristemente predecible la maniobra. Los Estados Unidos no debe capitular ante este chantaje”, subraya el texto.
A principios de abril, en una entrevista con el portal de noticias CubaNet, el Encargado de Negocios de los Estados Unidos en Cuba, Timothy Zúñiga-Brown reiteró que el respeto a los derechos humanos y la democracia son puntos esenciales en la política hacia Cuba del presidente Joe Biden, pero subrayó que el tema migratorio también es importante para su administración.
“La administración Biden, desde el 20 de enero de 2021 que entró a la Casa Blanca, ha tomado una posición consecuente con el pueblo cubano, y ha dicho desde el primer día que derechos humanos y democracia figuran entre las más importantes políticas hacia Cuba. Obviamente, también estamos interesados en migración”, recalcó.
(Incluye reporte de José Luis Ramos para Radio Martí)