El boxeador cubano Robeisy Ramírez aseguró recientemente que las autoridades deportivas del régimen querían que se convirtiera en el primer pugilista de la isla en ganar cuatro medallas de oro olímpicas, un plan que él desestimó porque tales logros no le sacarían de “la misma miseria” en la que están sumidos otros muchos campeones.
En entrevista para el programa Primer Impacto, de Univisión, el natural de Cienfuegos recordó que tuvo una infancia muy difícil, marcada por la escasez de alimentos, bienes de primera necesidad e incluso indumentaria deportiva para la práctica de disciplinas priorizadas por el régimen como el boxeo.
“El que ha vivido ahí sabe cuán difícil es la vida”, dijo Ramírez, que agregó que en el gimnasio donde inició la práctica boxística sólo había tres pares de guantes para más de 10 muchachos.
Ramírez comenzó a ganar torneos en Cuba a los 14 años y vio en el boxeo la mejor forma de salir adelante, tanto él como su familia. A los 16 años fue campeón mundial juvenil y con 18, en Londres 2012, obtuvo su primera presea dorada bajo los cinco aros.
En Río de Janeiro repitió la gesta, cuatro años después, y a partir de ahí comenzaron sus choques con las autoridades deportivas.