En su cobertura de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, países represivos como Cuba, Nicaragua y Venezuela han apuntado sus medios de prensa al sistema de gobierno estadounidense y, hasta cierto punto, a los propios candidatos.
Tras los dos intentos de asesinato contra el candidato presidencial republicano Donald Trump, el periódico estatal cubano Granma publicó un titular: “Las armas vuelven a hablar en las elecciones estadounidenses”, una aparente referencia a la violencia armada en Estados Unidos.
Pero el periódico no mencionó en sus portadas del miércoles el debate vicepresidencial de la noche anterior entre el republicano JD Vance y el demócrata Tim Walz, en el que los dos candidatos se enfrentaron en temas que incluían el control de armas. El periódico cubrió el debate cara a cara el mes pasado entre Trump y la vicepresidenta Kamala Harris, diciendo que intercambiaron “golpes bajos”.
En general, la cobertura de la prensa cubana sobre Estados Unidos no ha favorecido a ninguno de los candidatos durante este ciclo electoral, dijo William LeoGrande, profesor de gobierno en la Universidad Americana en Washington, DC.
“La prensa cubana ha sido muy ecuánime en la cobertura de las elecciones estadounidenses, en su mayoría ofreciendo simples relatos fácticos de la campaña, sin duda porque tendrán que lidiar con quien gane”, opinó LeoGrande.
“En la medida en que han ofrecido algún comentario crítico, se puede resumir como una ‘plaga en ambas casas'”, dijo.
LeoGrande señaló que un informe de Granma decía: “Solo hay una certeza: quien gane será el rostro investido de la arrogancia del imperio con ansias de poder”. Cuba se ha referido durante mucho tiempo a Estados Unidos como el “imperio”.
Pa