La alimentación en las escuelas en Cuba ha empeorado significativamente en medio de una crisis que expertos consideran peor a la vivida durante el llamado período especial, en la década del 90.
El almuerzo y la falta de sueño están entre las principales preocupaciones de las familias cubanas que envían a sus hijos a las escuelas, la mayor parte de las veces sin merienda y después de horas de apagón.
“Me siento muy mal cada vez que dejo a mi hijo de seis años sabiendo lo que le darán de almuerzo”, cuenta a Martí Noticias Caridad González, cubana residente en Matanzas.
Una imagen de la bandeja del almuerzo muestra el menú que, según la maestra de la primaria del niño, es “más o menos lo mismo todos los días”.
“Arroz y sopa, pero sin ninguna proteína. Esa sopa es agua con un pedazo de yuca”, dijo la educadora que prefirió no ser identificada.
Una publicación en redes sociales con la imagen de la bandeja generó cientos de comentarios de cubanos sobre el tema. “Es dichoso que tiene arroz…en la escuela de mi sobrino en Güines desde que comenzó el curso no han dado. Solo puré de plátano o boniato”, comentó uno de los u