La Habana, 3 oct.- La escasez de implementos, combustible, embarcaciones modernas e incluso hielo afectan la productividad de la ya deprimida industria pesquera de Cuba, dificultando a su vez que los productos marinos lleguen a las mesas de la población.
“En mi dieta rara vez incluyo el pescado. Primero, porque no es tan fácil encontrarlo, y segundo, es muy caro”, dijo a IPS Camila Hernández, de 55 años, residente en La Habana.
En las pescaderías estatales de la capital puede encontrarse el kilogramo de claria o pez gato a un valor de 6, 4 dólares, mientras que en negocios privados, el medio kilo de pargo y otros pescados marinos, a 9, 2 dólares, según la tasa de cambio oficial de 120 pesos por un dólar.
Como el salario medio en la isla equivale a unos 39 dólares mensuales, y el salario mínimo, a unos 17,5, se vuelve complicado para la mayoría de los cubanos adquirir dichos alimentos que no se encuentran, salvo excepciones circunstanciales, entre los racionados y subsidiados por el Estado.
“La principal dificultad que tenemos es que no nos venden hielo, combustible ni artes de pesca (cordeles, anzuelos y otros utensilios). Tenemos que conseguirlos bien caros por la ‘izquierda’ (mercado informal)”: Juan Jiménez.
Funcionarios del Ministerio de la Industria Alimentaria revelaron que el consumo de pescado en Cuba cayó de 18 kilogramos al año por habitante hace décadas, a 3, 8 kilogramos al cierre de 2021.
“En la década de 1980 se comió más pescado, pero así y todo no creo que este haya estado al nivel de demanda de la leche, el huevo o el pollo. La gente no lo tiene incorporado a su cultura culinaria. Claro, la oferta es cada vez menor”, afirmó a IPS el residente habanero Mario Pérez, de 62 años.
Una industria en decadencia
El que es el mayor país insular del Caribe cuenta con más de 20 000 pescadores, 7000 embarcaciones privadas registradas y 360 barcos estatales escameros, como se llaman localmente a los que se dedican específicamente a la captura de peces.
La captura en 2022, el último año del que existen registros, sumó unas 30 000 toneladas de mariscos y pescados , según la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei). Los pescados totalizaron las 22 435 toneladas, incluida también la acuicultura.
La cifra es significativamente menor a las 40 716 toneladas de pescados y mariscos de 2021 y bastante similar a las 30 500 toneladas de 1960, cuando apenas empezaba a desarrollarse la industria pesquera en Cuba.
La cúspide productiva ocurrió entre las décadas de los años 70 y 90, cuando las capturas representaban más de 100 000 toneladas de pescado anuales, afirmó a medios oficiales Armando Posada Loriga, presidente del estatal Grupo Empresarial de la Industria Pesquera.
Sin embargo, con la caída del campo socialista de la Unión Soviética y el surgimiento de una persistente crisis económica, prácticamente desaparecieron las flotas atuneras, arrastreras y la del golfo de México, que faenaban fuera de la plataforma marina del archipiélago.