Hace un lustro, el seleccionado cubano quedó en la décima posición del torneo Premier 12, una lid que reúne a las 12 mejores selecciones del ranking de la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol. Para 2024 quiere más, pero ¿podrá?
Esta semana los fantasmas del triunfalismo volvieron a rondar las aspiraciones de un equipo de béisbol cubano en la arena internacional. Pensé que de tantos golpes las lecciones estarían aprehendidas, pero craso error el mío. Allí van de nuevo de cabeza contra el contén.
Mientras leía, me encontré un reporte de Prensa Latina en el que aseguraban que el anhelo de los directivos beisboleros de la isla era «ubicarse entre los cuatro grandes del torneo».
Ni en la primera edición de 2015 ni en 2019 un equipo de pelota cubana ha podido ocupar el podio —ni siquiera el cuarto puesto— en el Premier. Y ¿justo ahora que el pasatiempo nacional está en terapia intensiva lo piensan lograr?
Es obvio que el oficialismo apuesta por sus escasas figuras con kilometraje en ligas profesionales, aunque en la preselección de 60 jugadores lo que abunda son atletas de la depauperada Serie Nacional.
También apuestan porque el torneo coincide con ligas invernales del Caribe y varias delegaciones tradicionales como República Dominicana, en el grupo de Cuba, no podrán reforzarse con los mejores exponentes de su liga.
El formato del Premier es el mismo de siempre, dos grupos de seis selecciones y solo dos pasan a la superronda y estarían entre «los cuatro grandes».
Para que Cuba consiga su anhelado objetivo tendría que pasar por encima de las novenas asiáticas de Corea del Sur, Japón o China Taipéi, según la oficialidad.
Lo anterior sin contar el trabuco quisqueyano —que sin refuerzos potentes de su liga siempre es competitivo— y a la novena de Australia que siempre le juegan de «tú a tú» al elenco antillano.
Si nos guiamos por el «papelito», las condiciones para que la isla cumpla su cometido no son aptas. Pese a ello, y según la oficialidad, «el sueño de clasificar a la superronda y firmar la mejor actuación en estas lides no es una quimera». Aseguran que hay razones fuertes para sosten