Nelson en la presentación del número 291 de la Revista Casa de las Américas.
Es imposible no fijarse en Nelson Herrera Ysla, su sinceridad resalta, ya sea para aquellos que la alaban o la repudian. Él observa cada detalle, te observa a ti, ya correrá a tu suerte si decide contarte lo que piensa o no.
Contar historias es una necesidad, y en las últimas semanas no paraba de pensar en el “quién” de una buena historia. Fue difícil, tengo la obsesión de entrevistar a personajes que me provoquen curiosidad; que me aterren y me atraigan al mismo nivel. Como toda periodista, escribo para que me lean, sí, pero también para saciar gustos propios.
Él, una de las más importantes figuras de la crítica en el país, ha sido curador en más de 30 exposiciones dentro y fuera de Cuba, en países como Ecuador, Brasil e Italia. Cuenta con más de 100 publicaciones en revistas cubanas y extranjeras, donde aborda desde la arquitectura hasta el diseño. Por su labor fue reconocido en 1999 con la Distinción por la Cultura Nacional.
Nos encontramos en una sala colmada de sillas, él escogió las dos últimas en búsqueda de mayor privacidad. Conversamos un poco, me cuenta sobre su viaje hasta mi ciudad y los cambios de planes a última instancia, hasta que decido encender la grabadora.
‒ ¿Para esa grabación los ruidos no importan no? – se escucha el tráfico, un popurrí de canciones que no sé identificar, y hasta el andar de unos hombres a una distancia cercana, que desarman instalaciones de sonido por una conferencia que impartió Nelson hace unos minutos.
‒ No, la entrevista será escrita.
* * *
Nelson creció en la provincia de Ciego de Ávila, pero sus viajes a Holguín le permitieron conocer a su primer amor: la arquitectura. Visitaba mucho a quien fuera su tío, Luis Felipe Rodríguez Columbié, prestigioso arquitecto del país. Entre dibujos de planos y proyectos quedó fascinado, y años después, en visita a la Universidad Tecnológica de La Habana, tomó la decisión de estudiar la carrera.
‒ Desde ese momento hasta hoy, sigo creyendo que la arquitectura es lo más grande que hay, es lo que te habla de las sociedades y su cultura.
En la historia de cada diseño, en el misticismo de una catedral, se encontró sin poder apartar su atención, no podía apreciar los puentes de Venecia sin dejar un escrito al respecto. Opinar era la continua exigencia de un profesor, despertando en él un espíritu crítico, espíritu que desarrollaría a tal nivel que fue reconocido con el Premio al Mejor Crítico Latinoamericano, por la Sección AICA de Argentina en 1992; además, en los años 2007 y 2016 con el Premio Nacional de Crítica de Arte Guy Pérez Cisneros.
Nelson obtuvo el Premio Guy Pérez Cisneros en el año 2016, con el artículo Otra vuelta de tuerca en la fotografía: Ernesto Javier Fernández. Foto: Tomada del sitio web Habana Radio.
‒ ¿Qué es ser un crítico de arte?
‒ Una persona curiosa, alguien que está todo el tiempo asombrado por lo que ve, ya sea a favor o en contra. Ser observador, esa es una de las cuestiones básicas de la crítica. Yo no puedo parar y eso me gusta.
Detuvo su disertación y me miró.
‒ Yo no puedo dejar de ser crítico con nada, ni contigo ahora mismo. Hace rato estoy viendo tu vestido, pensando por qué tienes el pelo así, analizando la forma de tus aretes, si son una mariposa o algo más. Yo estudio cómo darte una respuesta, me fijo en cómo te ríes y en cómo me preguntas.
Nelson ha participado como jurado en distintos eventos, como el Salón de Artes Visuales Arturo Michelena en Venezuela, en el Premio Nacional de Crítica de Arte Guy Pérez Cisneros, en el Concurso de Ensayo del Instituto Distrital de la Cultura en Colombia, y muchos más a nivel nacional e internacional.
Confiesa la imposibilidad de decepción con tan solo un elemento mal estructurado. Aunque una pieza no tenga la mejor técnica en las pinceladas, siempre hay elementos que salvan la totalidad. Eso sí, ya no será la obra maestra que tiene todo a su favor. En estos casos es donde entra la crítica con aspectos negativos.
‒ Cuando tocas el ego tan grande de un artista lo desencajas, ellos temen ser desvalorizados ante la sociedad. El creador piensa su obra durante meses o años quizá, para que después venga un tipo y le diga que no es tan maravillosa como la creía, eso afecta.
“Yo he tenido experiencias con esto incluso sin escribir, es igual o peor la reacción de los artistas cuando no hablas sobre ellos. A las personas no les gusta fracasar, pero hay que tener en cuenta que cuando más se aprende es cuando se fracasa”.
Nelson en el Taller Contrapunteos del arte y la literatura. Foto: Tomada de la página de Facebook Revista Temas
‒ ¿Qué pasa cuando su opinión es distinta al resto?
‒ Eso no quiere decir que esté errado, simplemente la gran mayoría decidió seguir otro camino. Uno tiene que ser lo más honesto posible, y si esa honestidad te cuesta, bueno, que te cueste. Pero cuando vas a ofrecer una opinión minoritaria debe estar sustentada, no se debe hablar gratuitamente de una manera superficial.
Se dedica a comentarme opiniones que probablemente no serían aceptadas por el público, desde la música hasta la danza, opiniones que prefiero mantener en secreto para no faltar esa confi