Dos años atrás, Daymí contactó a elTOQUE porque el Banco de Crédito y Comercio (Bandec) le debía los dólares de su cuenta de ahorro. «¿Por qué si existe dinero en Cadeca no priorizan a las personas que están esperando las divisas y casi que las obligan a cobrar su dinero en moneda nacional?», preguntaba.
A mediados de septiembre de 2024, Irán Morejón Quintana, quien quiere y «tiene» el dinero para estudiar en España, se quejó en sus redes sociales por no poder usarlo. En una cuenta del Banco Metropolitano (Banmet) tiene depositados 3 130 EUR procedentes de sus ahorros personales. «Banmet se niega a entregarme mi dinero. El Banco Central de Cuba (BCC) dice que no puede violentar la voluntad del Banco Metropolitano», publicó.
Casi cuatro años después de la reunificación monetaria que obligó a muchos cubanos a convertir sus «cuentas de ahorro en divisas» en «certificados de depósito», la excusa para Daymí, Irán y el resto de los clientes de cualquier banco cubano es casi siempre la misma, «no tenemos liquidez».
Saldo ¿disponible?
Los certificados de depósito son instrumentos financieros emitidos por los bancos con la promesa de devolver el dinero guardado, más intereses, después de un período de tiempo.
Sin embargo, en el contexto cubano, los instrumentos han estado marcados por el incumplimiento y la pérdida de confianza en el sistema financiero del país.
En diciembre de 2020, tras el anuncio de la Tarea Ordenamiento, Marta Sabina Wilson González —otrora ministra presidenta del BCC— explicó en la Mesa Redonda que las cuentas en pesos cubanos que se traspasaran a dólares o euros recibirían un certificado de depósito.
Según dijo, las cuentas tendrían una tasa de interés anual del 0.15 % y no podrían recibir ingresos ni realizar transferencias hacia otros productos bancarios.
«En el caso de los colaboradores que tienen el 30 % de beneficio de descuento en las tiendas, a partir de enero de 2021 el saldo cambiará a CUP automáticamente, así como los futuros ingresos de las entidades empleadoras», dijo Wilson González.
Aunque en ese momento el presidente cubano Miguel Díaz-Canel aseguró que nadie debía preocuparse por sus cuentas, incluidos los colaboradores, han sido ellos —tanto los contratados en el extranjero por el Estado como los que trabajaban de manera independiente— los más afectados por la «unificación monetaria» de 2021.
Según contaron a Juventud Rebelde los médicos bayameses Eliannys Saborit Oliva y Alfredo Miguel Ramos, desde octubre de 2023 intentan extraer del Banco Popular de Ahorro (BPA) el pago correspondiente por sus servicios en Angola durante tres años.
«Esta situación es más crítica en la provincia Granma y por política bancaria no aceptan que hagamos la solicitud de divisas en otra provincia con mayor disponibilidad por no residir en ella; mientras, nuestros compañeros de misión médica de otras provincias ya tienen sus solicitudes saldadas», dijeron.
Como a Irán, a los médicos de Granma tampoco les ha servido enviar quejas a los Consejos de Ministros y de Estado. La respuesta, tramitada por el BCC, es siempre la misma, «no hay disponibilidad».
Promesas sin fecha de cumplimiento
Decidir si pasar la cuenta en CUC a pesos cubanos o a moneda extranjera —y recibir un certificado de depósito— fue una decisión difícil para muchos cubanos. Las cuentas en divisas no tendrían respaldo en MLC y, por tanto, quienes las «convirtieran» no tenían garantía de tiempo para hacer la extracción del efectivo, según explicaron las autoridades en 2020.
Aun así, quienes decidieron mantener sus ahorros en «moneda dura», no imaginaron que pasarían años para poder r