«Facilidades temporales». Primer lugar en el concurso de fotografía «Mirar la vejez», segunda versión, de Cuido 60. Foto: María Amalia Vázquez Hernández.
20 / septiembre / 2024
Dicen que somos los periodistas los que hacemos las preguntas durante una entrevista, pero la cotidianidad en Cuba está llena de interrogantes que muchas veces no tienen respuestas.
«¿Qué haré hoy de comida?» «¿Cuándo vendrá el agua para poder lavar?» «¿Se irá la corriente?» «¿Cuándo vendrán los medicamentos a la farmacia?» «¿Con quién dejo a mami para ir a la bodega?» «¿Habrá mucha cola?»…
La cabeza de Annie Delgado está llena de preguntas que parecen un callejón sin salida. Como hija única, se dedica al cuidado de su madre a tiempo completo, mientras tuvo que renunciar a la vida tal y como la conocía, para enfrentarse a un desafío que ha transformado profundamente su vida personal y profesional.
«Soy cuidadora hace un año y nueve meses. Asumí este rol luego de una caída de mi mamá que le provocó fractura de cadera», relata Annie. Sin formación previa en el cuidado, más allá de su experiencia al cuidar de otros familiares, se vio obligada a adaptarse rápidamente a su nueva realidad. Esta tarea ha tenido un impacto devastador en su vida, obligándola a abandonar su trabajo y sacrificando su independencia y bienestar.
A sus 56 años, Annie había trabajado por más de tres décadas, pero su vida laboral se detuvo abruptamente. «Tuve que dejar de trabajar porque en mi centro laboral no me permitieron que hiciera el trabajo a distancia ni me dieron más de un mes de licencia sin sueldo», explica con tristeza. Y por supuesto, la situación de su mamá no se iba a solucionar en un mes.
Esta falta de flexibilidad por parte del lugar al que había dedicado una gran parte de su vida, no solo la dejó sin ingresos, sino que también significó una decepción muy grande para ella, ese jarro de agua fría que te hiela la sangre y te paraliza. Desde ese instante, ha tenido que hacer renuncias personales y profesionales para adaptarse a este rol que lo cambió todo.
La rutina de una cuidadora: entre demandas y escasez…
La rutina diaria de Annie es una mezcla de tareas de cuidado y labores domésticas, asumidas bajo una constante presión. «No puedo dejar sola a mi mamá y no tengo tiempo para eventos de entretenimiento. No puedo trabajar más y he tenido que llevar al mismo tiempo el ro