LA HABANA, Cuba. – Los accidentes ferroviarios suceden en lugares de todo el mundo, pero el ocurrido en Matanzas el 12 de septiembre provoca reflexionar sobre la posible solución del deficiente estado de las vías férreas y los trenes de carga.
El azúcar y el ferrocarril fomentaron la cubanidad y el desarrollo del país. Por primera vez, el tren recorrió los 27.5 kilómetros entre La Habana y Bejucal el 13 de noviembre de 1837. Cuba tuvo el primer ferrocarril en América Latina y el segundo en todo el continente, solo por detrás de Estados Unidos. La Isla ocupó el séptimo lugar del mundo entre los países que primero tuvieron ferrocarril (solo 12 años después del primer servicio público inglés). España, su metrópoli, lo poseyó en 1848. Los adelantos de la Revolución Industrial motivaron a la sacarocracia de las fértiles tierras de La Habana, Güines y Matanzas a cambiar los trapiches, las carretas y los bueyes por la maquinaria extractiva de la sacarosa y el ferrocarril.
El pasado 12 de septiembre el Tren Extra 69 se descarriló en Matanzas: s