Dos noticias que tuvieron lugar esta semana confirman las intenciones de Moscú de seguir avanzando sus relaciones —e influencia— con respecto a Cuba.
Serguéi Shoigú, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, afirmó que «su país tomará medidas adicionales para apoyar a Cuba, en aras de que La Habana supere las consecuencias del bloqueo económico estadounidense», así lo reseñó Granma, Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba.
Según la escueta nota publicada, durante una reunión con el ministro cubano del Interior, Lázaro Alberto Álvarez Casas, Shoigú anunció nuevas líneas de crédito para apoyar la economía cubana y aumentar la cooperación en áreas clave como la seguridad, la inteligencia y las inversiones comerciales. Este compromiso forma parte de la asociación estratégica que ambos países han ido fortaleciendo en los últimos años, una relación que abarca múltiples frentes, desde el turismo hasta la defensa:
«Estamos dispuestos a aumentar la cooperación entre los consejos de seguridad, los servicios de inteligencia y los organismos encargados de hacer cumplir la ley. Prestamos especial atención a la cooperación comercial, económica y de inversión, incluso en el marco de una comisión intergubernamental bilateral especializada», afirmó el militar ruso, quien se considera uno de los «hombres de confianza» del presidente Vladimir Putin.
Más adelante señaló que «Cuba es uno de los aliados más cercanos de Rusia en América Latina. Tenemos relaciones duraderas, sólidas y probadas en el tiempo, que se remontan a los tiempos de la Unión Soviética».
Por otro lado, Roman Starovoit, ministro de Transporte ruso, anunció que se están negociando nuevos vuelos entre Rusia y Cuba, lo que fortalecería el turismo, un sector clave para la economía cubana. Según Starovoit, la expansión de estas rutas depende de la demanda, aunque se mostró optimista sobre el crecimiento de las conexiones aéreas con La Habana y otros destinos internacionales, en un esfuerzo por facilitar el flujo de viajeros entre ambos países.
Las aerolíneas rusas, en particular Rossiya Airlines, han jugado un papel central en el restablecimiento de los vuelos entre Rusia y Cuba. Despué