Gracias al apoyo que generó una campaña en redes, el niño, de nueve años, podrá dejar de vender tamales, algo que hacía escondido de su abuela.
MADRID, España.- En las últimas horas, la historia de Roelbis, un niño de nueve años que vive en Camagüey y se ganaba la vida vendiendo tamales, ha conmovido a numerosos cubanos dentro y fuera del país. La situación de este menor fue visibilizada por el periodista independiente José Luis Tan Estrada a través de su perfil de Facebook, donde relató la cruda realidad que enfrentaba el pequeño para ayudar a su abuela, con quien vive en precarias condiciones.
Roelbis, conocido cariñosamente como “Titingo”, recorría las calles de su barrio montado en una bicicleta vieja, vendiendo tamales a 60 pesos para colaborar con los gastos de su hogar. Vive con su abuela Deisi, de 62 años, una jubilada cuya pensión apenas cubre los gastos básicos. Según el relato de Tan Estrada, el niño salía a vender los tamales sin que su abuela lo supiera: le decía que iba a jugar, pero en realidad, intentaba “luchar” un poco de dinero para contribuir a