MIAMI, Estados Unidos. – En las calles de La Habana, cada vez son más las personas que se ven obligadas a hurgar en la basura para encontrar comida y objetos que les permitan subsistir. La acumulación de desechos en la capital cubana no solo es un problema sanitario, sino también un reflejo de la crisis económica que atraviesa la Isla, donde cientos de personas buscan en los desperdicios una manera de sobrevivir.
“En la basura botan cosas buenas. Mira, este pan es de primera”, dice a CubaNet una mujer que revisa una pila de desperdicios en la intersección de las calles San Rafael y Galiano, en Centro Habana. “Y así encontré una calabaza también”, agrega. Como ella, muchas personas han adoptado esta práctica en un contexto donde el acceso a alimentos básicos se ha vuelto un reto para la mayoría.
Para muchos, como un anciano que también vive de lo que encuentra en los microvertederos de la ciudad, la basura es una fuente de sustento. Interpelado por CubaNet, el hombre aseguró que lo mismo recoge “un pitusa, un par de zapatos o un pantalón” que “comida”.
“Me encuentro una pizza, la recojo. Me encuentro un poco de espagueti, lo recojo; un poco de arroz, un pedazo de pollo… yo lo recojo, porque de eso vivimos nosotros”, dijo.
Asimismo, el anciano se refirió a la difícil situación en la Isla, signada por la inflación de los alimentos y otros bienes básicos: “Ahora la vida está muy cara. Un pancito nada más con jamón te vale 100 pesos. ¿Qué dinero tienes que tener para subsistir? Tienes que ser un maceta, porque aquí con 500 o 600 pesos no vive nadie (…)”.
“Ahora te están vendiendo un pedacito de pollo en las mipymes esas famosas y una sola libra d