El éxodo sostenido y sin precedentes de los cubanos incide con fuerza en la crisis demográfica que enfrenta el país, con la disminución acelerada y el envejecimiento de su población.
La química cubana Deisy Herrera quedó devastada cuando sus dos hijos abandonaron la isla caribeña en busca de una vida mejor.
“Fueron tiempos terribles”, dijo entre lágrimas la trabajadora farmacéutica de 61 años durante una entrevista con Reuters en su casa de La Habana. “Uno cuando tiene hijos, nunca piensa que se van a ir. Pero todos conocemos la situación aquí”.
La crisis económica de Cuba ha provocado un éxodo récord de ciudadanos, que supera con creces las migraciones masivas similares, incluyendo el éxodo por el puerto de Mariel en 1980.
Pero incluso dentro de Cuba, los demógrafos se debaten acerca del alcance de la disminución de la población del país, con estimaciones recientes que van desde alrededor del 10% desde 2020, a casi el 20%, o casi 1 de cada 5 residentes, solo en los últimos dos años.
“Hay países donde ha ocurrido, per