La población de Cuba cayó drásticamente y continúa la tendencia al decrecimiento, según un reciente informe publicado por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), una situación que, señalan expertos, constituye una “catástrofe demográfica”.
En la publicación “Indicadores Demográficos de Cuba y sus territorios 2023”, del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE), adscrito a la ONEI, una entidad estatal subordinada al Consejo de Ministros, se muestra en el resumen del balance demográfico que el país tenía una población calculada al cierre de 2020 de 11 millones 181 mil 595 habitantes, que fueron disminuyendo a 10 millones 885 mil 341 (2021); 10 millones 428 mil 733 (2022) y 10 millones 55 mil 968 (2023), esta última, una cifra similar a la de 1985.
Se trata de una reducción de al menos el 10% de la población en solo cuatro años, según las estimaciones oficiales que no pueden ser verificadas por organismos independientes.
La Habana, con el mayor número de habitantes, disminuyó su población de un total de 2 millones 41 mil 505 personas (2021) a 1 millón 814 mil 207 el pasado año.
El saldo migratorio se estimó en 2021 de (-227,675), 2022 (-431,913) y en 2023 (-345,418), lo que suma un total de (-694,137).
Gran parte de este éxodo, el más grande de la historia de Cuba, tiene como destino Estados Unidos, donde han llegado más de medio millón de migrantes cubanos desde diciembre de 2021, según cifras oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de ese país.
Las cifras sin precedentes han abierto una brecha en el silencio informativo que, tradicionalmente, ha mantenido el régimen al respecto. Elaine Acosta, socióloga y profesora de la Florida International University (FIU), dijo a Martí Noticias que “el problema está en