LA HABANA, Cuba.- En su libro sobre la familia Diego-Marruz ¿Y ya no tocan valses de Strauss? (Ediciones Matanzas, 2019), su autora, Josefina de Diego, hija del poeta Eliseo Diego, dedica un capítulo a recordar su escuela y los maestros que tuvo en su niñez, en la década de 1950.
Josefina de Diego estudió en la “Escuela Hogar Consuelo Serra”, ubicada en el poblado Arroyo Naranjo. En el poblado había dos escuelas, una pública y otra privada. Los padres y la abuela paterna de Josefina de Diego, que habían sido maestros, determinaron que ella, junto a sus dos hermanos, estudiaran en la privada, que se encontraba a unas cinco cuadras de la casa, muy cerca del centro del pueblo, donde estaba el parque, la iglesia y el colegio público.
Refiere Josefina Diego que su escuela era “modesta, sin lujos” y que “la matrícula tenía un precio módico y permitía que todo el que quisiera estudiar allí lo pudiese hacer, y si no tenían recursos para pagar, pues no pagaban. Incluso había posibilidades para niños huérfanos, sin recursos, de ahí la palabra hogar en su nombre.”
La escuela fue fundada por Consuelo Serra, hija de Rafael Serra, un gran amigo de José Martí. Estudió magisterio durante cinco años en el Normal College de Nueva York y se graduó el 28 de junio de 1905 como Bachiller en Artes, titulación exigida en los Estados Unidos para habilitarse como maestra de instrucción pública. En Cuba se hizo Doctora en Pedagogía y en Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana en 1916.
Josefina de Diego describe a su escuela así: “Era una espaciosa casa trasformada, con portal, sala, comedor, muchos cuartos, y un patio interior grande donde se formaba, jugábamos