El Consejo Nacional Electoral de Venezuela ha cometido un fraude masivo al anunciar resultados falsos para dar ganador a Nicolás Maduro, aunque, de acuerdo con las actas de escrutinio recopiladas por la oposición, que representan el 83,5% del total a nivel nacional, quien resultó electo fue el opositor Edmundo González, con más del doble de votos que Maduro.
Para intentar dar legitimidad a un proceso fraudulento, el CNE y la Cancillería invitaron a centenares de integrantes de movimientos sociales, asociaciones civiles y partidos afines al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en calidad de “observadores”, “veedores” o “acompañantes” internacionales, aunque no tenían ninguna preparación para ello.
De acuerdo con la Declaración de Principios para la Observación Electoral Internacional, la observación electoral internacional es “la sistemática, completa y exacta reunión de información acerca de las leyes, los procesos y las instituciones relacionados con la celebración de elecciones y otros factores atinentes al entorno electoral general; el análisis imparcial y profesional de dicha información, y la extracción de conclusiones sobre el carácter de los procesos electorales sobre la base de los criterios más exigentes en materia de exactitud de la información e imparcialidad del análisis”.
Sin embargo, la mayoría de los participantes del programa de “Acompañantes Electorales” organizado por el gobierno de Venezuela no tenían formación en materia de observación electoral, ni pretendían tenerla. Eran abiertamente afines al gobierno, y apoyaban la reelección de Nicolás Maduro.
Gran parte de ellos viajó a Caracas para participar en el encuentro II Alternativa Social Mundial: la organización de los pueblos es un factor para la autodeterminación, organizado por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) y celebrado días antes de las elecciones.
Muchas de estas personas se mostraron activas en redes sociales antes, durante y después de la jornada electoral, asegurando que se trataba de unas elecciones que cumplían con los estándares democráticos, aunque reportes de la sociedad civil venezolana y de organizaciones como Transparencia Electoral advertían de las condiciones irregulares del proceso.
De acuerdo con la European Platform for Democratic Elections, la observación electoral falsa es “una forma de actividad política realizada por actores internacionales y dirigida a promover los intereses de los políticos y las fuerzas políticas imitando un monitoreo electoral creíble durante los procesos electorales”