«Nosotros al menos vamos a tener un minuto el año que viene, en el que no vamos a consumir combustible importado», afirmó Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas (Minem), en el programa televisivo Mesa Redonda, transmitido el miércoles 4 de septiembre de 2024.
El funcionario sustentó su promesa en «la introducción de la energía renovable», «el crecimiento de Energas» y las «reparaciones de unidades térmicas». Con esas acciones, el Gobierno cubano espera reducir los frecuentes y extensos apagones que han afectado a la población durante el año. La crisis se agudizó en julio y agosto, con más de 900 horas de «afectaciones» del servicio eléctrico, según reportes oficiales.
En los últimos días de agosto, hubo cortes de electricidad de hasta 12 horas, admitió el titular del Minem, por lo que se sobrepasaron las estimaciones oficiales de cuatro horas de afectaciones programadas para dar mantenimiento a las termoeléctricas de más de 40 años de explotación —para «mantenerlas vivas»—.
Vicente de la O Levy atribuyó el «tenso» escenario a las roturas en las viejas termoeléctricas, la escasez de combustible importado —«sobre todo en marzo, mayo y algunos días de junio»—, la falta de piezas de repuesto y un crecimiento «extremadamente alto» de la demanda.
Según el ministro, el país consume 8 millones de toneladas de combustibles, de las cuales produce apenas 3 millones y debe comprar a altos precios 5 millones de toneladas en el mercado internacional.
Entre los mayores consumidores, el ministro destacó el limitad