El presidente de un grupo empresarial del estatal Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos reconoció en declaraciones a la prensa que el servicio de suministro de agua potable en la isla está en crisis.
Más de 600 mil personas sufren en Cuba las consecuencias de un deficiente sistema de abasto de agua potable, un problema que ha encendido protestas en varias localidades del país, donde la población sobrevive en medio de apagones prolongados y la escasez de alimentos.
Luego de manifestaciones de descontento de los afectados, quejas en las redes sociales y varios reportes en medios independientes sobre el tema, José Antonio Hernández Álvarez, presidente del Grupo Empresarial de Agua y Saneamiento, del estatal Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), reconoció en declaraciones a la prensa que el servicio de suministro de agua potable en la isla está en crisis.
En La Habana, dijo el funcionario, 130 mil residentes no reciben en sus viviendas el preciado líquido. En otras provincias como Pinar del Río, Artemisa, Santiago de Cuba, Granma, Villa Clara, Cienfuegos y Holguín, más de 30 mil personas carecen de acceso al servicio.
Según Hernández Álvarez, las causas principales de esta crisis son “la rotura de una cantidad significativa de equipos de bo