Alían Marrero Prieto no puede ocultar hoy la alegría en su rostro por el inicio del sexto grado y el regreso definitivo a la escuela primaria rural Martín Herrera, tras el proceso de reparación al que fue sometida para resarcir los daños del huracán Ian.
Estoy muy emocionada porque mi escuela volvió a ser la misma de antes del ciclón, aseveró a la Agencia Cubana de Noticias la niña de 11 años de edad, que durante la etapa vacacional acudió a la institución para ayudar a limpiar su aula y dejarla lista para el comienzo del curso escolar 2024- 2025.
Volver a ver a mis amigos y a mis maestras sin dudas es una felicidad inmensa, resaltó.
Durante dos periodos lectivos los estudiantes de la institución recibieron la