Fotos: Archivo
Manuel guarda pequeñas medallas de su padre semejantes a una gota de sangre, las que le fueron dadas en reconocimiento a su activa trayectoria como donante de este vital líquido que salva vidas.
Consciente de la importancia de esta acción, decidió seguir los pasos de su progenitor y en esta semana fue uno de los tantos holguineros que, de forma voluntaria, acudieron a realizar su aporte al Programa de Donaciones de Sangre, algo de lo que se enorgullece, pues afirma:
“Mientras la salud me acompañe seguiré extendiendo mis brazos, no hay nada más gratificante que poder ayudar al prójimo, y más si se trata de salvar la vida de un niño. Somos un país con muchas limitaciones y carencias, pero que no falte la ayuda entre nosotros mismos para superar las dificultades”.
Con esa premisa son muchos los que en acto solidario, humano y altruista brindan su sangre, para garantizar la asistencia médica y las producciones en la industria biotecnológica. Por eso, Manuel, al conocer de la necesidad que tenían pacientes de la sala de oncohematología del pediátrico holguinero Octavio de la Concepción de la Pedraja, se sumó al aporte, lo que favoreció mantener en el tiempo necesario el suministro a estas demandas y que los infantes pudieran continuar el tratamiento.
Sobre ello, el Doctor René Núñez Inza, jefe de servicio de oncohematología en el pediátrico holguinero, donde se atienden regularmente pacientes de las provincias Las Tunas, Granma y Holguín, aunque también han tenido de Santiago de Cuba, Guantánamo y Ciego de Ávila, refiere que los niños son sometidos a un grupo de exámenes y rigurosos tratamientos altamente costosos que incluyen radioterapias quimioterapias y antibióticos.
“Tanto por su enfermedad como por los medicamentos bajan las defensas de estos pacientes, que pueden presentar anemia y deficientes cantidades de plaquetas, con peligro de sangrar a cualquier nivel, muy comprometido si ocurre en el sistema nervioso central, pues puede llevar a complicaciones, incluso a la muerte.
“Es por ello que requieren de transfusiones de glóbulos rojos y blancos y plaquetas, porque además tienen que estar bien estos parámetros para indicar o seguir el tratamiento que requiere la enfermedad. Este servicio tiene muchas necesidades de esas transfusiones. Tenemos 13 pacientes ingresados, de ellos cinco graves. Hay cuatro niños que inician sus tratamientos, a los que hay que estabilizarle los parámetros, por lo que demandan más plaquetas”, significó.
Como este servicio existen otros en esta institución que también demandan el uso de sangre y sus hemoderivados en la asistencia médica y quirúrgica, como por ejemplo las salas de terapia intensiva e intermedia, neonatología y las urgencias médicas.
Betty Suárez Turró, especialista principal del servicio de transfusión en el pediátrico, argumenta que cuando llega la orden del médico a su área se hace la solicitud al Banco de Sangre provincial. Hasta este momento no ha habido dificultade