SAN LUIS POTOSÍ, México.- En abril de 1948, el asesinato del líder populista Jorge Eliecer Gaitán desencadenó una serie de actos violentos que sembró el caos en la ciudad y trascendió como “El Bogotazo”. El entonces joven Fidel Castro, a sus 22 años, se involucró en lo que el dictador describió posteriormente como “otra aventura” de su vida.
Castro, estudiante de Derecho de la Universidad de La Habana, se encontraba en Bogotá para participar en el Congreso Latinoamericano de Estudiantes, que se realizaba en coincidencia con la IX Conferencia Panamericana, donde se adoptó la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En Bogotá, con Fidel estaban otros dos jóvenes, Enrique Ovares, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y Alfredo Guevara, secretario de la organización.
Estudiantes colombianos pusieron a Castro en contacto con Jorge Eliécer Gaitán y el 7 de abril de 1948 se econtraron. “Encontré a una persona de mediana estatura, aindiado, inteligente, listo, amistoso. ¡Con qué amistad nos trató! ¡Con qué afecto! Nos entregó algunos de sus discursos junto a otros materiales, se interesó por el congreso y nos prometió clausurarlo en un acto multitudinario en el estadio de Cundinamarca”, rememoró el dictador en entrevista con la periodista Katiuska Blanco, quien recogió las anécdotas en el libro Fidel Castro Ruz. Guerrillero del tiempo.
El 9 de abril, sin embargo, Gaitán fue baleado y los planes de Castro se frustraron. Presuntamente, como apunta Luis Cino, fue ultimado a balazos por Juan Roa Sierra, un joven perturbado mental que había pedido al líder liberal ayud