Las búsquedas sobre la viruela símica —previamente conocida como la viruela del mono— aumentaron en Cuba en agosto de 2024 tras la aparición de nuevos brotes de la enfermedad en territorios dentro y fuera de África.
A raíz del nuevo escenario epidemiológico, el doctor Francisco Durán García —director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba— desmintió que «actualmente» se registraran casos de viruela símica (mpox) en el país. Pero aseguró que las autoridades mantenían «la vigilancia».
La intervención de Durán llega una semana después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara emergencia internacional ante el brote de mpox. El Comité de Emergencia de la OMS tomó la decisión de forma unánime tras la detección de una cepa más mortal y transmisible del virus que llegó a regiones africanas hasta entonces no afectadas.
Hasta el 14 de agosto de 2024, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de África habían registrado, al menos, 15 000 casos y 461 muertes a causa de la viruela símica. El informe del CDC notificó un aumento del 160 % en los diagnósticos y un 19 % en fallecimientos, en relación con igual período del año anterior.
«Una respuesta internacional coordinada es esencial para detener el brote y salvar vidas», declaró Adhanom Tedros Ghebreyesus, director general de la OMS, durante una conferencia de prensa.
Hasta la fecha, solamente se ha detectado un paciente portador de la nueva cepa en Europa (un nacional sueco que había visitado en días recientes el continente africano).
¿Qué es la viruela símica?
De acuerdo con la OMS, la viruela símica es una enfermedad infecciosa causada por el virus de igual nombre —del género Orthopoxvirus—. La enfermedad es endémica de algunas partes de África central y occidental, donde ciertos animales son portadores. Desde 2017, los brotes de mpox han aumentado.
Existen dos clados o variantes de la viruela símica (I y II). El clado II, originario de África occidental, es «menos grave», con una tasa de letalidad de hasta el 1 %. El clado I, de África central, tiene una tasa de letalidad de hasta el 10 %. La más reciente alerta de la OMS se refiere a nuevas mutaciones del clado I que han facilitado la propagación.
Los síntomas más comunes son erupciones cutáneas o lesiones mucosas que pueden durar entre dos y cuatro semanas. Las inflamaciones en la piel, a su vez, vienen acompañadas de fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, falta de energía e inflamación de los ganglios linfáticos. Algunos casos también presentan hinchazón dolorosa del recto o dolor y dificultad para orinar. Los niños, las embarazadas y las personas inmunodeprimidas corren el riesgo de sufrir complicaciones.
Los pacientes pueden transmitir la enfermedad mientras las lesiones no hayan cicatrizado o no se haya renovado la piel.
La virosis puede transmitirse de persona a persona, a través del contacto directo con lesiones infeccio