Las organizaciones miembros de la Red Mundial de Bancos de Alimentos proporcionaron 1.700 millones de comidas a más de 40 millones de personas en 2023. Foto: The Global FoodBanking Network/Annice Lyn
30 / agosto / 2024
Por Frida Garza
El último informe anual de impacto de la Global Foodbanking Network (GFN) ―una organización sin fines de lucro que trabaja con bancos de alimentos regionales en más de 50 países para combatir el hambre― encontró que sus organizaciones miembros proporcionaron 1.700 millones de comidas a más de 40 millones de personas en 2023. Según la organización sin fines de lucro, esta redistribución de alimentos, gran parte de los cuales se recuperó de granjas o mercados mayoristas de productos, mitigó un estimado de 1.8 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente.
Estos números reflejan una demanda continua y alta de los bancos de alimentos. El año pasado, la Global Foodbanking Network atendió a casi tantas personas como lo hizo en 2020, cuando la pandemia de COVID-19 hizo que la inseguridad alimentaria se disparara. Para responder a esta necesidad urgente en sus comunidades, muchas de las organizaciones miembros de GFN han invertido en la recuperación agrícola, y han trabajado para rescatar alimentos de los agricultores antes de que fueran desechados.
Sus esfuerzos muestran cómo los bancos de alimentos pueden cumplir el doble propósito de abordar el hambre y proteger el medio ambiente. Al interceptar alimentos perfectamente buenos y comestibles antes de que terminen en el vertedero, los bancos de alimentos ayudan a mitigar las emisiones dañinas de gases de efecto invernadero creadas por la pérdida y el desperdicio de estos alimentos.
“Siempre hay alimentos que se desperdician innecesariamente”, dijo Emily Broad Leib, directora fundadora de la Food Law and Policy Clinic en Harvard Law School, quien ha trabajado con GFN antes, pero no estuvo involucrada en el estudio reciente. Todo ese desperdicio innecesario significa que “hay una necesidad continua de escalar los bancos de alimentos y las operaciones de recuperación de alimentos”, agregó Broad Leib.
Un análisis reciente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estimó que el 13 por ciento de los alimentos se perdió en su camino desde los productores hasta los minoristas en 2022. Posteriormente, el 19 % fue desperdiciado por minoristas, restaurantes y hogares. Los hogares del mundo desperdician mil millones de comidas cada día. El alcance del desperdicio de alimentos alrededor del mundo ha sido sorprendentemente alto durante años: en 2011, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación publicó un estudio que sugirió que aproximadamente un tercio de los alimentos producidos globalmente nunca se comen.
El desperdicio de alimentos a esta escala tiene impactos planetarios masivos. Cuando los alimentos no se consumen, todas las emisiones asociadas con su cultivo, transporte y procesamiento se vuelven innecesarias.
Además, cuando los alimentos se descomponen en los vertederos, e