LA HABANA, Cuba.- En la década de 1950, con la mudanza de familias pudientes a lugares apartados del centro urbano, se crearon hacia el oeste de la capital, después de la Playa de Marianao, los repartos Biltmore, Náutico y Flores, entre otros. Hacia el sur, atravesado por la Avenida de Rancho Boyeros, más de clase media, se construyó Altahabana.
Altahabana se dividió en seis grandes zonas: una protegida, donde se edificaron viviendas para una sola familia; la semi protegida, con residencias para una o varias familias; un Centro Comercial General, una zona de parques, una Zona Cívica para las escuelas, bibliotecas e iglesias y, por Boyeros, la gran Zona Industrial.
El abastecimiento de agua estaba garantizado por atravesar por su centro la conductora de Albear.
Contaba con un 40% de áreas verdes para asegurar un medio ambiente saludable y espacios con protección para los niños.
Las construcciones comenzaron en 1955. En 1959 Altahabana disponía de 325 residencias, separadas entre sí por una distancia prudencial para tener privacidad, pero sin impedir que los vecinos tuvieran comunicación entre sí.
Las viviendas con diseños propios se adecuaban a los deseos y necesidades de los ocupantes. Contaban con jardín delantero, portal, garaje, sala, dos o tres habitaciones, cocina, baño y patio, siempre en una sola planta.
Su ubicación permitía que se llegara en menos de 15 minutos en carro al centro de La Habana, de cinco a la Plaza Cívica, y de cinco a las Playas de Marianao. También tenía otras vías rápidas de comunicación por la Calzada de Vento y la actual Avenida 100.
El respaldo para financiar las obras en Altahabana, planificadas por los arquitectos e ingenieros San Martín, fue de tres importantes instituciones;