Kamala Harris, candidata presidencial, saluda a los asistentes a la Convención Nacional Demócrata celebrada en Chicago. Foto: AP.
Kamala Harris salió triunfante de Chicago en su objetivo de consolidar el apoyo casi total del Partido Demócrata a su campaña presidencial y con bases animadas que no solo incluyen a los militantes del partido, sino a varias de las figuras políticas y culturales más reconocidas de su país.
La por ahora vicepresidenta fue bautizada como “la guerrera feliz”, quien ofrece una voz más joven y una visión “de lo posible” si es electa, en contraste con el mensaje oscuro y siniestro de su opositor Donald Trump.
Más allá de su mensaje, su candidatura por definición es histórica: primera mujer negra en postularse a la presidencia y que, después de esta convención y el giro positivo en las tendencias electorales por ahora, posiblemente será la primera mujer presidente.
En esta cuarta y última noche de la Convención Nacional Demócrata, los oradores, videos y los cuentos fueron dedicados a la historia de una hija de padres inmigrantes -un padre jamaiquino y una madre hindú- criada en California y Canadá, trabajó en un McDonalds para pagar sus estudios universitarios de leyes, llegó a ser fiscal en San Francisco y después procuradora general de California, se convirtió en madrastra de los hijos de su esposo Doug Emhoff, después fue electa senadora federal para llegar a ser la primera mujer y persona de ascendencia africana en ser vicepresidenta.
“En esta elección, nuestra nación tiene una oportunidad preciosa y fugaz de superar la amargura, el cinismo y las batallas divisorias del pasado” explicó Harris. “No como miembros de un partido o facción, sino como estadounidenses”.
Hablando ante la arena del United Center, donde juega el famoso equipo de basquetbol Bulls, Harris declaró: “Seré una presidenta que nos una en torno a nuestras más altas aspiraciones. Una presidenta que lidera y escucha, que es realista, práctica, que tiene sentido común y que siempre luchará por el pueblo estadounidense. Desde los tribunales hasta la Casa Blanca, ese ha sido el trabajo de mi vida”.
Ante los coros de Ka-ma-la, Ka-ma-la, la vicepresidenta retomó a su guión recién estrenado hace sólo un mes cuando fue proclamada candidata, pero ya bien ensayado, recordando a todos su experiencia como una fiscal firme, pero sin abandonar la compasión, quien sabe cómo enfrentar a criminales, a hombres que abusan mujeres, empresarios que roban -referencias obivas a su contrincante Donald Trump. Y repitiendo las frases que se han vuelto consignas de la campaña: “cuando luchamos, ganamos”.
Como ha sido a lo largo de esta convención, las propuestas de política se quedaron sin gran detalle y abordaron desde la defensa de derechos al aborto, asistencia para vi