La electricidad en Cuba enfrenta desafíos significativos, especialmente durante el verano, cuando el consumo aumenta debido al uso intensivo de equipos de refrigeración y climatización. Los apagones siguen siendo frecuentes, lo que genera un debate, no solo sobre sus soluciones definitivas, sino en torno cómo se están distribuyendo las afectaciones.
El panorama se complica aún más por la dependencia de combustibles fósiles, la antigüedad de las infraestructuras y las limitaciones tecnológicas, lo que afecta la estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). La generación de electricidad en la Isla depende en gran medida de fuentes convencionales como las termoeléctricas, muchas de las cuales utilizan petróleo crudo nacional, cuyo alto contenido de azufre provoca un desgaste acelerado de las instalaciones.
La situación se ha agravado en los últimos años debido a la falta de repuestos para las obsoletas termoeléctricas, así como la inestabilidad en la entrada del combustible importado desde Venezuela.
En este contexto, aunque se han anunciado inversiones en energías renovables y generadores móviles, el país aún enfrenta dificultades para asegurar un suministro eléctrico estable y sostenible para toda la población. Sin embargo, las autoridades del gobierno cubano expresaron que se estaba trabajando por llegar en «mejores condiciones» para los meses de julio y agosto.
El pasado 12 de julio Vicente de la O Levy, actual ministro de Energía y Minas declaraba en entrevista a Cubadebate que «se aprecia una mejoría en las afectaciones, como siempre dijimos, llegar en mejores condiciones». No obstante, aunque en la capital se presenta un panorama menos alarmante, los apagones no han faltado en el día a día del cubano este verano, y la opinión pública se agudiza y polemiza sobre si existe o no una distribución justa con respecto a las afectaciones de electricidad en cada provincia.
Desde el Laboratorio de Datos de La Joven Cuba buscamos respuestas y aclarar dudas respecto a estos temas a partir del análisis de cifras.
¿Cómo se genera la electricidad en Cuba?
Para adentrarnos en el escenario actual es importante entender de dónde proviene la energía eléctrica que consumimos en nuestros hogares. La generación bruta de electricidad se desglosa de la siguiente manera: los productores del Servicio Público (incluye centrales termoeléctricas, grupos de electrógenos aislados o sincronizados con el SEN y las patanas) y los Autoproductores (fundamentalmente de la industria azucarera y del níquel). A estos se les suman otras fuentes que son: las fuentes de energía renovable (fotovoltaica, eólico, hidráulica y plantas de biogás) y los grupos emergentes.
Según el informe de Electricidad en Cuba. Indicadores seleccionados 2023 de la Oficina Nacional de Estadística de Cuba (ONEI), el pasado año el país tuvo una generación bruta de 17 956,5 Gigawatt/hora, de los cuales por el Servicio Público fueron un total 17 104,9 Gigawatt/hora, básicamente el 95,2% del total. Este grupo es el que genera y trasmite la electricidad hacia nuestros hogares, y para ello emplea dos formas: por generación térmica o por generación distribuida, asimismo, utilizan combustibles fósiles: petróleo y gas natural.
Las principales centrales termoeléctricas cubanas utilizan el petróleo crudo nacional, mientras otras más pequeñas emplean gas asociado al petróleo crudo en los pozos petrolíferos como es el caso de las plantas de la empresa mixta Energas. Por otro lado, los Grupos de electrógenos emplean combustible diésel y fuel oil, derivados del petróleo, y que son importados al país.
Las llamadas patanas, por su parte, son lo que se conoce como generación móvil. Utilizan combustibles fósiles, fuel oil específicamente, y su tecnología completa es importada. El pasado año se generó por estas fuentes 4 493.8 GW/h, representando el 22,7% del total de generación eléctrica en el año. Fue casi el doble de lo generado en 2022 que representaba el 14%.
Ante los altos precios del combustible en el mercado internacional y el poco presupuesto que se dispone para su adquisición, se ha buscado sustituir este por el crudo nacional. Aunque parezca algo positivo, recordemos que en junio de 2022 en comparecencia televisiva el presidente Miguel Díaz Canel y Nicolás Liván Arronte Cruz, entonces ministro de Energía y Minas,