—La declaración de la delegación que representó a Cuba en los Juegos Olímpicos de París 2024, con dos o tres variaciones, pudiera ser el informe de rendición de cuentas de cualquier empresa, no importa si de la agricultura o de la gastronomía.
—A mí no me queda claro qué es competir «con dignidad y apego a los valores de nuestro deporte». Dichos valores se han ido atemperando a los tiempos que corren, que no siempre corren con lo que aquí llamamos «dignidad».
—«El compromiso de darlo todo en cada salida» pareciera ser patrimonio único de nuestros atletas. Es como para que les dé envidia ver como los demás compiten sin que les pase por la mente la pila de reuniones, actos, mítines, círculos políticos y discursos mañaneros que tienen que aguantar en cada ciclo olímpico, «con los principales dirigentes de la Revolución al tanto de cada detalle».
—De ahí que algunos lo den todo en cada salida… y no regresen de la última salida.
—Hay que aceptar que desde el primer día de las Olimpiadas se hizo notorio el clima hostil para que los atletas cubanos lograran las cinco medallas de oro que se proponían.
—¿Lo dices por esa triste embarcación en que desfilaron, donde la reducida representación cubana no pudo desplegar todo el potencial de gozadera a que nos tiene acostumbrados?
—Por eso también, pero sobre todo por la pullita de la ceremonia inaugural. Si hubo intención de los organ