La inflación se ha convertido en un tema de discusión diaria para los cubanos que la sufren.
Producto de la inflación, los precios de bienes y servicios aumentan de manera constante, lo cual significa que los consumidores necesitan cada vez más dinero para comprar iguales productos. La inflación que sufre Cuba ha hecho que los salarios del sector empresarial mayoritario, el estatal, y que las pensiones y jubilaciones se evaporen luego de comprar un cartón de huevos o unas libras de carne de cerdo.
La inflación en Cuba fue reconocida oficialmente y reflejada en el Índice de Precios al Consumidor —que ha mostrado un crecimiento constante en los últimos tres años de más de un 30 % anual—. Sin embargo, investigadores independientes cubanos calculan que la cifra de la inflación interanual no es de dos, sino de tres cifras. En específico, los especialistas vinculados con el Observatorio de Monedas y Finanzas (OMFi) de elTOQUE calculan que la cifra fue de alrededor del 400 % en 2021 y que actualmente se acerca al 200 %.
A medida que la inflación continúa y avanza, algunos especialistas comienzan a manejar otros conceptos (estanflación e hiperinflación) para describir la realidad cubana actual.
Pero ¿qué significan los conceptos y por qué describirían o no las condiciones económicas de la Cuba actual?
ESTANFLACIÓN
La estanflación combina dos conceptos, estancamiento e inflación. Implica que los precios siguen aumentando mientras la actividad económica disminuye; es decir, mientras la economía se contrae.
Las autoridades cubanas han reconocido que, a pesar de haber planeado un crecimiento del producto interno bruto (PIB) del 3 % para 2023, la economía decreció al menos un 1.9 % al cierre del año. Aunque para 2024 proyectaron un crecimiento del 2 %, las cifras del primer semestre sugieren que la meta sería inalcanzable y podría aumentar la contracción de la economía.
Las autoridades cubanas planifican un crecimiento del 2 % en el PIB para finales de 2024. Pero en atención a un estimado que realizó el profesor Pedro Monreal y a lo anunciado en la última sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) puede colegirse que, al cierre del primer semestre de 2024, el déficit fiscal pudo haber crecido casi cinco veces más de lo que las autoridades esperan que crezca la economía al cierre del año.
De acuerdo con el criterio de Monreal, en 2023, Cuba pudo haber cerrado el año con un déficit presupuestario del 13.3 % en relación con el PIB, número que coincide con el porcentaje de empresas estatales que reportaron pérdidas (13.4 %). Sin embargo, las cifras no parecen haber mejorado durante el primer semestre de 2024. Al final de julio y de acuerdo con Miguel Mario Díaz-Canel, el déficit presupuestario alcanzaba el 22 %. Lo anterior indica que no se ha producido un aumento en la economía cubana suficiente para cubrir la brecha entre los costos y los gastos del Estado.
Como consecuencia de su análisis, Pedro Monreal afirmó desde su perfil en X que el déficit presupuestario de Cuba es el mayor del mundo.
Para una economía estatalizada y centralizada como la cubana, ostentar el mayor déficit fiscal del orbe solamente sign