Los medios de comunicación del mundo incluidos los españoles, formaron parte, al igual que en estos pasados días han formado parte de las mentiras y falsedades. Foto: Archivo.
Ya ha pasado más de una semana desde que se celebraron las últimas elecciones presidenciales en Venezuela. Si fuese una película cómica me lo creería, o incluso una tragicomedia. Pero a veces me cuesta creer que esta realidad realmente esté aconteciéndose.
Hay un descaro real por parte del capitalismo, sus secuaces y sus herramientas. Y la masa consume y asimila. Realmente sé que es real porque han pasado varios días, sino, incluso podría llegar a pensar que lo he soñado. Por la basura que veo en las redes sociales. Un sueño en el que la masa es engañada en su cara y no tiene ni tan siquiera la capacidad de detenerse a pensar, a analizar. Le han robado la capacidad de pensar. Y nadie hace nada.
El país que más elecciones tiene, con un sistema multipartidista con alta representación de una ultra derecha anexionista, acusado de dictadura.
Haga lo que haga el gobierno chavista de Venezuela desde que el pueblo lo alzó soberano, va a ser criticado y satanizado.
Desde que la Revolución del pueblo se hizo con la soberanía del país, Venezuela ha sido uno de los primeros enemigos del imperialismo norteamericano. Porque tiene petróleo. Porque desde ese momento no iban a poder espoliarla como acostumbran a hacer con las materias primas de terceros países sin importarles truncar las vidas que quedan en el camino; ni las historias.
Ya en una etapa bastante temprana allá por el 2002, intentaron darle un golpe de estado a Chávez, que fue un fracaso. Los medios de comunicación del mundo incluidos los españoles, formaron parte, al igual que en estos pasados días han formado parte de las mentiras y falsedades. Pero los intentos del monstruo mundial no cesan, y ahora, con internet como arma, embisten más fuerte que nunca. No tienen nada que perder pero mucho por ganar.
Si no hay e