En Cuba se generan anualmente dos millones de toneladas de desechos reciclables, incluidos los residuos sólidos que se vierten en espacios urbanos.
Foto: Jorge Luis Baños/IPS
Con el avance de al menos 10 proyectos de inversión extranjera y el llamado a incrementar la participación de los nuevos actores económicos se aspira a desarrollar la cadena productiva del reciclaje de desechos en esta capital.
Entre las alternativas para revertir el estado crítico del manejo de la basura en el Sistema Integral de Gestión de Residuos de La Habana, empresas de Japón, Argentina, México, Italia, España y Hungría proponen soluciones que aún analizan representantes de instituciones cubanas.
Según informó el subdirector de Inversiones y Desarrollo de la Dirección Provincial de Servicios Comunales, Hermes Tomás del Toro, casi todos los proyectos se orientan a generar electricidad, aprovechar gases y reciclar varios materiales como plástico y vidrio.
Datos de esa entidad estatal revelan que, en el transcurso de 2024, la acumulación de basura en la capital cubana, con más de dos millones de habitantes, alcanza los 30 108 metros cúbicos diarios, provenientes sobre todo de domicilios y de entidades económicas vinculadas a los servicios.
En la actualidad, el coeficiente de disponibilidad técnica para limpiar La Habana se encuentra afectado casi en un 60 %, debido al deterioro de equipos que donó el gobierno de Japón en 2018 y 2019, entre ellos, 100 camiones colectores, 40 de volteo y 25 minicargadores.
A eso se suma el déficit de combustible y de recursos humanos insatisfechos con el pago por las labores de saneamiento. Estas remuneraciones ascienden a unos 3000 pesos cubanos mensuales para el personal de las empresas estatales y 50 pesos por metro cúbico de basura recolectada por los trabajadores por cuenta propia, que deben aportar los medios necesarios para realizar su trabajo.
Posibles soluciones en la capital
De acuerdo con el subdirector de Inversiones y Desarrollo de la Dirección Provincial de Servicios Comunales en La Habana se analiza la propuesta de una empresa japonesa para el montaje de una planta donde llegarían los desechos sin clasificar, allí se recuperaría lo reciclable y se produciría energía eléctrica.
“La entidad nipona tomaría bajo su responsabilidad toda la cadena logística”, comentó el directivo.
También se refirió a la oferta de un grupo mexicano, especializado en fabricar mobiliario para el turismo, para procesar los desechos sólidos enterrados en el mayor basurero de