PARÍS.–«Sí, fue un combate exigente, sabía que sería así. Es un boxeador joven, con buenos desplazamientos y se faja. Pero yo tenía la misión de mantener a nuestra escuadra con vida en estos Juegos Olímpicos».
Cuando el bicampeón olímpico Arlen López nos hablaba, tras bajar vencedor del cuadrilátero ante el uzbeko Turabek Khabibullaev, le iba a comentar que más sabe el diablo por viejo que por diablo.
«A veces tener un poquito más de años conviene. Ahora tuve que apelar a esa experiencia para poder controlar el ímpetu del rival y, al propio tiempo, marcar lo necesario, a fin de que los jueces vieran quién estaba dando la mayor cantidad de golpes, y los de más calidad».
El guantanamero t