Compatriotas:
Durante los últimos seis años, hemos logrado grandes avances como nación: aumenta la pobreza (es decir, la vulnerabilidad), aumenta la desnutrición, aumentan los precios, aumenta la estampida de nuestros ciudadanos, y nosotros, para compensarlo, aumentamos la inversión en hoteles a ver si cubrimos esa falta con unos cuantos visitantes más.
De nada ha valido mi esfuerzo, la gente me comprende cada vez menos. Basta con revisar las redes sociales para comprobarlo. Uno, con la mejor de las intenciones, hace una intervención en la Asamblea Nacional y allá vienen los chistosos a burlarse.
Cuando insistí «en que nos corresponde ahora cambiar lo que deba ser cambiado» no quise decir que no haya cambiado nada desde que se definió el concepto de cambio hace más de veinte años, sino que ya es hora de emprender un proceso que nos haga confirmar que estamos cambiando de verdad y no como desean otros que cambiemos. Yo me entiendo.
«La Asamblea Nacional, suma y síntesis del país que somos, vota unánimemente casi todos sus acuerdos». Eso afirmé el otro día y rectifico: vota unánimemente «todos» sus acuerdos, tras «largas e intensas jornadas de trabajo, de debate y de búsqueda de consenso en función del interés colectivo». Por ello se nos critica. ¿Qué quieren?: ¿que violemos el derecho inalienable de cada diputado de levantar afirmativamente su mano, d