Vladimir Ilich Lenin, máximo arquitecto de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Foto: Archivo.
El máximo arquitecto de la Gran Revolución Socialista de Octubre, Vladimir Ilich Lenin, le dio un giro a las relaciones internacionales. Su proyección destacada estuvo relacionada con la nueva forma de ver y desarrollar la política exterior de un joven país con proyecciones distintas a las precedentes.
La nueva época que inauguró Lenin, constituye, en primer lugar, una continuidad de las ideas fundamentales de Marx y Engels, las cuales desarrolló según el contexto histórico que le tocó vivir.
Marx y Engels no le dieron un tratamiento detallado y armónico a la teoría de las relaciones internacionales, sin embargo, el tratamiento que le dan a los problemas internacionales proviene, en primer lugar, de la forma nacional de cada país y su proyección en la sociedad internacional y, en efecto, la obra de ambos clásicos comienza desde una exposición y análisis del modo de producción capitalista, sus leyes fundamentales, la propia dinámica de la sociedad en diferentes países y sus relaciones mutuas y su interpretación en la arena internacional. Hay que destacar, además, que los análisis de Marx y Engels no se fundamentaron en una división tajante entre la sociedad nacional e internacional, sino que se distingue en la contemplación social de los antagonismos de clases en un tono indivisible, que lo mismo se da en las relaciones internas de un país como en el sistema internacional de relaciones; y puntualizan el papel que le corresponde jugar a los Estados al servicio de la burguesía en las relaciones internacionales. En este sentido, Marx en más de una ocasión se refirió a la sociedad internacional como una sociedad donde imperan las mismas relaciones que en las nacionales.
La obra de Lenin no se limitó a ser una simple adaptación de los postulados de Marx. Rusia poseía sus características propias y se encontraba insertada en las relaciones internacionales de la época en una forma muy sui géneris en comparación con los países más industrializados de la época en Europa.
La ciencia leninista considera a la política exterior como un todo en que los acontecimientos se relacionan entre sí, condicionándose recíprocamente. Dicho con otras palabras, la política internacional no puede ser algo inmóvil e invariable, sino la dinámica entre una acción y otra, concatenada a la política interna de cada país; por consiguiente, cualquier actividad político-exterior está unida a una situación histórica concreta, siempre será movediza y cambiante.
Lenin incorporó nuevos conceptos y leyes, modificando algunos de los contenidos de las formulaciones de Marx y Engels, con el fin de adecuarlos a la realidad de su tiempo y a las condiciones nacionales de Rusia. A lo largo de su extensa obra, Lenin elaboró toda una teoría de las relaciones internacionales.
El primer Decreto del Gobierno Revolucionario en la Gran Revolución Socialista de Octubre fue el Decreto de la paz. Se abría un nuevo camino en las relaciones internacionales: un naciente estado socialista aboga por una de las categorías más importante de las relaciones internacionales.
El carácter básico de la política exterior soviética fue expuesto por Vladimir I. Lenin en el Decreto sobre la paz, adoptado por el Segundo Congreso de los Soviets en noviembre de 1917. Esto puso en progreso la naturaleza dual de la política exterior soviética: el internacionalismo y la coexistencia pacífica.
Otro elemento de importancia fue la caracterización del imperialismo por Lenin. Entre los procesos fundamentales están: el de la expansión del sistema capitalista en su fase imperialista, la revolución internacional en su manifestación violenta de la lucha de clases y del antagonismo entre Estados, así como su repercusión sobre la voluntad de los pueblos para poder lograr su independencia, las relaciones entre los países del sistema capitalista y socialista.
Lenin tuvo en cuenta para su análisis del fenómeno imperialista, los estudios e investigaciones realizados sobre el proceso de formación de los grandes monopolios industriales y financieros de Inglaterra, Estados Unidos y Alemania, y consideró los criterios de autores como Hudson y Heymann, y teóricos socialistas como Kautsky, Rosa Luxemburgo o Rudolf Hilferding. A partir de estos análisis, Lenin desarrolló el concepto del imperialismo y su función en el proceso de expansión internacional del capitalismo, llegando a la conclusión de que las transformaciones acaecidas en el sistema de producción capitalista exigían una nueva formulación y nuevos conceptos sobre la base de lo expresado por Marx y Engels.
Según Lenin, el capitalismo había experimentado, como resultado d