Foto: tomada del perfil de Edmundo González / X.
24 / julio / 2024
El presidente brasilero Lula da Silva reaccionó recientemente a unas declaraciones de Nicolás Maduro respondiéndole que en democracia «el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre». Seguidamente agregó: «Maduro tiene que aprender que cuando uno gana se queda y cuando pierde se va y se prepara para otras elecciones».
Mientras transcurren los últimos días de campaña electoral —que inició formalmente el 4 de julio de 2024— voceros del oficialismo intentan distraer la atención sobre los terribles resultados de las encuestas. Freddy Bernal, gobernador del Táchira, habría asegurado que en caso de ser derrotados y siendo ellos oposición: «No nos aguantan un año, van a tener que renunciar».
Dos realidades desmontan las amenazas sobre la reacción violenta de un chavismo perdedor en las elecciones. La primera es que el bolivarianismo dejó de tener capacidad para realizar una ofensiva agresiva de consideración contra sus contrarios. La segunda, que una avalancha de votos anularía, de plano, cualquier intento por desconocer los resultados.
Desarrollemos argumentos a partir de una metáfora. Si usted se preparó juiciosa y concienzudamente para un examen, tiene la certeza de que lo va a aprobar. La incertidumbre que enfrenta, previamente, es cuáles serán las preguntas que deberá responder. En el caso venezolano, si permiten que la población pueda emitir el voto sin coacciones ni obstáculos, el país regresará a la democracia. El signo de interrogación, la pregunta que no tendría respuesta, es la reacción del Gobierno.
Las principales encuestas de opinión dan un importante margen de victoria a la alternativa democrática. La encuestadora Delphos dio una intención de voto por Edmundo González Urrutia (EGU) de 59.1 %, mientras la de Nicolás Maduro (NM) era de 24.6 %. Por su parte, Poder y Estrategia otorgó una intención de voto de 64 % por EGU y de 21 % por NM. Clear Path, con trabajo de campo de Consultores 21, estimó que la intención de voto por EGU era de 59 % versus la de NM, estimada en 33 %. ORC Consultores calculó la intención de voto por EGU en 59.68 % y por NM en 14.64 %. Finalmente, More Consulting le daba la ventaja a EGU (55.