La población efectiva cubana es actualmente menor de 10 millones de personas y sigue tendiendo al decrecimiento, se conoció en la sesión del Parlamento este viernes.
Durante el debate que siguió a la presentación del proyecto de Ley de Migración en el plenario del Parlamento, Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), expuso ante los diputados datos sobre la población efectiva de Cuba.
Según los datos de la ONEI, al 31 de diciembre de 2023 la población efectiva cubana era de 10 055 968 personas.
Desde entonces, la tendencia ha continuado y, dada la dinámica demográfica que se registra en lo transcurrido en los primeros meses del 2024, contracción del número de nacimientos y continuidad del movimiento de personas hacia el exterior desde los últimos meses del 2023, en la actualidad la población de Cuba es menor a 10 millones de habitantes y debe seguir decreciendo, afirmó el experto.
Ese significativo ajuste en la estructura demográfica repercute en planes, programas, proyectos de los ámbitos demográficos, económicos, sociales y ambientales, los cuales deben ser revisados y ajustados en el caso que proceda, comentó Alfonso Fraga.
En los tres últimos años, se ha intensificado la movilidad de la población cubana hacia el exterior, con estancias prolongadas fuera.
Ello no queda reflejado en el cálculo de la población residente, de acuerdo con la metodología actual, al no ser definida como migrante una parte importante de esa población, según la legislación vigente (hasta dos años de permanencia en el exterior establecen el Decreto Ley aplicado desde el 2013 y la moratoria migratoria noviembre 2020).
Por esta razón −explicó el vicejefe primero de la ONEI−, se presentaron, analizaron y aprobaron criterios y algoritmos estadísticos que modifican las consideraciones metodológicas actuales asociadas a la variable migraciones, que se utiliza en el cálculo de la población anual, introduciendo el concepto de población con residencia efectiva (población efectiva).
Se considera población efectiva a toda la que, en un año calendario, nació en el país o en otro país, pero reside de forma permanente, acumuló 180 días o más de residencia en el mismo durante los últimos 365 días y no ha fallecido.
La condición de inmigrante o emigrante la da el tiempo de permanencia física en el país a lo largo de un año. El inmigrante, una vez que entra al país, debe acumular 180 días o más de permanencia en el mismo, en tanto el emigrante es aquel que en el año no acumuló 180 días o más de permanencia en el territorio nacional.
Con la introducción del concepto de población efectiva y el cambio metodológico, se sustraerá anualmente de la población efectiva a todas las personas fallecidas en el año calendario y las que permanecen o permanecieron fuera del país en viaje personal y no acumularon 180 días o más de residencia en el territorio nacional en los últimos 365 días.
“En ningún caso −aclaró el experto− se personaliza o se manejan los nombres y datos individuales de las personas”.
Agregó que es una medición estadística de la migración, que no tiene que ver con los derechos asociados a dicha condición. “El objetivo es obtener un saldo migratorio, para, en conjunto con los nacimientos (que suman) y las defunciones (que restan), calcular la población del país y sus territorios”.
Según los datos de la ONEI, al 31 de d