En las entregas anteriores he contado principalmente anécdotas relacionadas con mi trabajo como guionista para otros directores. Esta cuarta parte, por el contrario, estará dedicada a incidencias de rodajes a mi cargo. Ya he publicado aquí unas crónicas acerca de las sesiones de Monte Rouge (2004), así que sigamos adelante.
– A la mencionada entrega inicial de la serie de Nicanor le siguieron High Tech y Photoshop (2005) y luego, en 2006, el cortometraje Homo Sapiens (2006), donde junto a Luis Alberto y Néstor actuaban Laura de la Uz y Mirtha Ibarra. Desde el punto de vista técnico, el rodaje presentaba dificultades especiales, pues mi idea era resolverlo todo en un único plano fijo, como si la cámara fuese un televisor que toda la familia miraba en una noche cualquiera. Eso significa que, al filmar, si de los poco más de 20 minutos que duraba la cosa (en los ensayos), alguien se equivocaba o se le olvidaba el texto a los, digamos, 18 minutos, había que comenzar todo de nuevo. Teniendo eso en cuenta, ensayamos muchísimo. Yo confiaba absolutamente en los actores, por supuesto, pero tenía la experiencia de un encasquillamiento sufrido por Néstor durante el primer llamado de Monte Rouge, en que una palabra simplemente no le salía, tuvimos que repetir la escena muchísimas veces y a mí, primerizo, casi me da un infarto.
Hicimos cuatro tomas de Homo Sapiens, dos de ellas completas. Realmente hubo apenas errores, y en justicia creo recordar que ninguno fue de Néstor. Todos, como cabía esperar, ofrecieron una interpretación espléndida. El más beneficiado fue mi editor de entonces, Ismael de Diego, que no tuvo que editar en absoluto aunque se ocupó del color, los créditos, la sincronización del sonido y la música…
Lo curioso es que, al final, de las cuatro tomas no escogí la cuarta sino la segunda, que era