Vista exterior del edificio Capitolio, sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en La Habana, donde este mes de julio se debatirán los nuevos proyectos de leyes de Migración, Extranjería y Ciudadanía.
Foto: Jorge Luis Baños/IPS
La Habana, 11 jul.- Juan David García, un joven de 29 años, emigró de Cuba a Israel hace una década, en abril de 2014. Visita su país natal aproximadamente una vez cada año, pues aún tiene aquí a su abuela, un par de amigos y una casa a su nombre.
Si no fuera porque, de pasar más de 24 meses sin venir a esta nación insular caribeña, perdería la residencia de esta y los derechos patrimoniales, los periodos entre sus retornos quizás se prolongarían. Con los nuevos tres proyectos de ley que propone el gobierno cubano, ese requisito desaparecería junto a su preocupación por el calendario.
Las nuevas leyes de Migración, Extranjería y Ciudadanía serán debatidas, tras cuatro años de análisis, consultas y redacción, en la próxima sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular –el parlamento local– que comenzará el 17 de julio.
Con 14 títulos, 21 capítulos, 18 secciones y 176 artículos en total, los tres proyectos buscan acercar el cuerpo legal del archipiélago a estándares internacionales, en un contexto marcado por los mayores flujos de migración externa de las últimas décadas.
Solo a Estados Unidos, más de medio millón de cubanos –de una población de 11 millones– arribaron entre octubre de 2022 y mayo de 2024, según cifras oficiales de ese país.
“Dejo a mi familia, a mis hijos aquí. Desvincularme de Cuba no es una opción. Si yo tuviera un nivel de vida cómodo, sin tantas trabas, problemas, necesidades, no me interesaría irme a hacer una vida de cero, con 37 años, en otro país”: Yoel López.
El texto de la nueva ley de Migración establece categorías como residencia efectiva migratoria o residencia transitoria para los cubanos en el país; y residentes en el exterior, emigrados e inversores para quienes viven fuera del territorio nacional.
La residencia efectiva migratoria es la condición que alcanzan los ciudadanos cubanos y los extranjeros residentes cuando permanecen la mayor parte de cada año calendario en el territorio nacional, o mediante una combinación de un período de permanencia y otras evidencias materiales que demuestren arraigo en el país.
El tiempo acumulado será definido en los reglamentos de la ley, aún en estudio; pero no será un período continuo.
“Lo que da más facilidades para entrar y salir de acuerdo con la dinámica de vida”, expresó durante una conferencia de prensa el primer coronel Mario Méndez Mayedo, jefe de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior.
No obstante, las polémicas sobre este tema ametrallan las redes sociales y el panel de comentarios de los medios.
Como en el sitio Cubadebate, donde un usuario nombrado como Rafael abrevió su descontento: “Cubano, donde quiera que sea, pero que no reniegue de su condición, no debería enfrentar tantos trabajos”.