El periplo del Ballet Español de Cuba (bec) por el vasto territorio de China continuó ahora en la capital del país: Beijing. La gran urbe reservó una inmensa alegría para las huestes de Eduardo Veitía. La primera función tuvo lugar en el Teatro del Centro de Exposiciones de Pekín. Yo soy Cuba subió la temperatura del inmenso coliseo, que forma parte de un conjunto arquitectónico de estilo ecléctico, chino-soviético, construido hacia 1954 por un arquitecto de la antigua urss, y fue un regalo de esa nación a China. El público, portando banderas cubanas de distintos tamaños, no solo coreó La Guantanamera, cuando el grupo musical Son D’Estilo cantaba, sino que aplaudió hasta el delirio, y hubo gritos de ¡Cuba! ¡Cuba!, que iluminaron más la elegante sala.
La gran mayoría de los asistentes conocía bien nuestra patria, mostrando incluso fotos del malecón, que enseñaban durante el espectáculo, en la escena homónima