Cuando le escribí para la entrevista me contestó con el mismo flow y cariño que cuando me lo encontraba por La Rampa habanera con su hija en brazos. Jorgito Kamankola y la pequeña Abril siempre me regalaban una sonrisa.
También lo recuerdo en el escenario. Cuando rapea es una mezcla de fuego y mar. En la escena alternativa de La Habana, sonaba su voz ronca, áspera, honesta, que sale a veces en gritos, como rota, y otras parece un susurro, por lo cercana.
Mucho se coreó esta estrofa de la canción «Con la lengua afuera»: «Esto es Cuba carajo y cuentapropismo, esto es, poco trabajo y candela, esto es: / suda cabrón, pa’ que goce el turismo y nosotros con la lengua afuera».
Kamankola es parte de La Habana cultural que tanto extraño. ¿Existe la ciudad que retrata mi nostalgia? Creo que no, pero tampoco importa. Lo que sí queremos contar «El rapero de la tova» y esta periodista es la Cuba que queremos tener. Por eso digo con él que sí, que «Abajo todo».
Rápido, como si rapeara sobre el escenario, Jorge Lian García Díaz (Cerro, La Habana, 1985) respondió mis preguntas.
Empecemos por estos versos tuyos:
La Cuba que yo dejé,
era un cadáver borroso,
un desierto tembloroso,
un mar de sangre sin fe.
La Cuba que abandoné,
había muerto desnuda,
el alma vacía y cruda,
palideciendo el amor,
sin rezo, sin paz, sin flor,
enlutada, triste y viuda.
Por años viviste entre La Habana y Madrid. Luego saliste de manera definitiva de la isla. Durante tu último tiempo en Cuba, ¿qué futuro veías para ti y los cubanos en general?
Yo estaba sumergido en esa mentira de que «las críticas hay que hacerlas desde dentro». Por eso siempre volví, hasta que me di cuenta de que mi voz, mi denuncia y mi arte, servían desde cualquier parte. Donde quiera que alcemos la voz tiene efecto.
Vivir en Cuba en los últimos tiempos fue definitorio, o entras en el juego de aparente libertad o te quedas y permites que te borren del mapa o te vas para no tener que ver ni con la más mínima parte de ese sistema.
Del país me dolía el silencio, me dolía el servilismo, me dolía la resistencia y la ignorancia.
Tienes una postura clara contra el régimen cubano, al que llamas «dictadura»; te reconoces en el exilio, hablas de los «muertos en vida» por culpa del sistema. ¿Crees que tienes la responsabilidad, como artista, de denunciar lo que sucede en Cuba?
Tengo la responsabilidad, no solo como artista, sino también como ser humano.
***
Dólares contra dolores, quita y pone y pone y quita. Hay una deuda infinita e infinitos dictadores. Siempre espinas, nunca flores, sigue el presidio del tren, un exilio de rehén manteniéndoles la rumba y la isla en una tumba aparentando el Edén.
Un montón de chamas presos, un montón de madres solas. No hay panes, pero sí hay colas, no hay carne, pero sí hay huesos. Derraman llanto los besos, crece el exilio y la huida. Mueren los vivos en vida, viven los muertos su pena, así crece la condena de una isla sin salida.
***
«Abajo todo» fue tu respuesta a la represión de las protestas antigubernamentales de julio de 2021 en Cuba (11J). ¿Crees que puede haber «neutralidad» ante violaciones de derechos humanos?
Creo que contra eso hay que ser radical, lo más radical que se pueda ser. La humanidad tiene que estar por encima de todo.
***
En una entrevista con Diario de Cuba (DDC), el artista contó que «Abajo todo» «es un vómito del alma».
«Las musas me exigieron que fuera una canción desnuda en todos los sentidos y por eso la idea de desnudar el cuerpo y el verso. Es un tema dedicado a las manifestaciones del 11J, un momento bastante lindo y triste a la vez», declaró el cantautor para explicar el concepto del video.
«Tengo muchos conocidos que están sufriendo la represión, muchos que andan brincando fronteras por decir lo que piensan o por un meme. El tema está dedicado a un problema gigantesco que existe en Cuba, la prohibición de poder decir», añadió en sus declaraciones a DDC.
***
Jorgito Kamankola/ Facebook del artista.
Propagandistas del régimen te han atacado. Tú contestaste. ¿Por qué te parece importante