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Foto: Tomada de Solvisión.
Con formatos diferentes, pero con el mismo objetivo, se encuentran las dos competiciones más importantes de selecciones nacionales en la fase de los mejores ocho. Más allá de alguna sorpresa, los favoritos siguen con la mira en el domingo 14 de julio.
En nuestro continente una final parece inequívoca. Argentina camina con el paso seguro que le brinda los goles de Lautaro Martínez, así como esos todavía dañinos pases entre-líneas de Leo Messi. La albiceleste no necesita presumir de sus recientes títulos a todos los niveles, saben a que juegan y con quien juegan.
Si bien la llave A pareció en la previa un trámite de pocas dificultades para los argentinos, la competencia ratificó dicha teoría. Chile y Perú no encuentran el cambio generacional, incluso los segundos en menor medida. Además, la evolución futbolística de Canadá queda aún lejos de un país tricampeón mundial.
Con la vista en Ecuador, así como uno de los ojos en la semifinal frente a los propios norteños o Venezuela, cada vez restan menos dudas a la hora de validar el pronóstico de ver a la actual titular de la Copa América en situación de revalidar corona.
Con otro fracaso de México con Jaime Lozano a la cabeza, ese lado del organigrama se ha despejado a la espera de ver cuánto dura el buen momento de la vinotinto. Ahora, que domine la CONMEBOL es la respuesta lógica y la diferencia existente en el verde contra los equipos de CONCACAF.
Del otro lado se encuentran mejores emociones, al menos en el análisis inicial. Marcelo Bielsa hace cada día más temible a Uruguay, confirmándose el cambio de estilo respecto a los visto durante el último período. Claro, modificar la cara tras lo realizado en Qatar no costaba en exceso.
No obstante no se le puede restar ni gota de mérito al “Loco” que hace presionar alto casi todo el partido a un grupo tan talentoso como trabajador. Los charrúas no son garra, saben que hacer balón al pie y generan mucho cerca del área rival. Eso sí, si la batalla en la medular es física, también saben cómo responder.
Ser más efectivo quizás pueda ser su cruz, sobre todo porque Brasil no deslumbra como antaño pero posee notable calidad individual para girar el rumbo de un encuentro. Favorita es la celeste, aunque el duelo tiene la pinta de choque en el cual el vencedor saldrá con ciertas heridas de cara a vérselas con Colombia. Con respeto a Panamá, los cuartos parecen el límite.
A varios kilómetros, océano por medio, la