Una nueva norma para controlar el precio de seis productos de primera necesidad que comercializan entidades privadas en Cuba está a punto de entrar en vigor, aunque la aprobación fue retrasada por las resistencias que ha encontrado entre quienes serán perjudicados con la implementación.
Las tensiones son notables en una reunión realizada el 28 de junio de 2024 entre la viceministra de Finanzas y Precios, Lourdes Rodríguez Ruiz, y un grupo de empresarios privados dedicados a la venta de los productos. elTOQUE tuvo acceso exclusivo al audio del encuentro.
En la grabación de casi dos horas, la viceministra se refirió a cómo se aplicará la medida y cuáles fueron las condiciones que tuvieron presentes para establecer un «futuro» sistema centralizado de precios que empezará por el pollo, el aceite, la leche en polvo, la pasta alimenticia, las salchichas y el detergente en polvo.
«Tenemos necesidad de regular seis artículos, no para una gran disminución de los precios, sino para la contención de esos precios en la economía», dijo Lourdes Rodríguez.
Aunque la viceministra habló de la necesidad de elevar las producciones para que el mercado se regule solo con un aumento de la oferta, no dijo a qué hará el Estado para lograrlo.
Según informó Rodríguez Ruiz en la reunión, regular el precio de los productos viene acompañado de una exención de aranceles a la importación. «Sería más adelante en las importaciones posteriores que se hagan y por eso los precios máximos minoristas propuestos son más altos, porque incluyen el arancel», aseguró.
Para el cálculo del tope de los productos tomaron en cuenta «los precios reales en los municipios del país durante seis meses. Se estudiaron las importaciones de 2023 y se definieron con los precios del primer trimestre de 2024», explicó la viceministra.
La «metodología» fue criticada en la reunión cuando varios representantes del sector privado explicaron que los precios varían de un día a otro por varios motivos, incluida la tasa de cambio a nivel nacional e internacional.
«Si quieren que sigan entrando productos de primera necesidad, este no es el camino», reclamó un emprendedor. «Yo no voy a trasladarle la incertidumbre al proveedor extranjero», acotó.
El emprendedor ejemplificó, además, que nadie ofrecerá un buen precio ni seguridad de entrega si el comprador primero le dice que espere a ver cómo se acomoda el asunto de los precios; si un día le compra un contendor y luego le dice que espere por las medidas gubernamentales.
Ante las inquietudes de los emprendedores, la viceministra de Finanzas y Precios repitió que las reuniones con el sector estatal eran para establecer los mecanismos con los que trabajará el Gobierno y reconoció lo que parece un escenario de ensayo y error (o improvisación). «Vamos a regular y un día vamos a desregular o regular otros productos», precisó.
Otra regulación por mal camino
«De entrada, puedo decir que no habrá leche, aceite ni pollo», dijo en la reunión un emprendedor al hacer un cálculo rápido de los costos de los productos.
Según explicó, si no se toman en cuenta las dinámicas diarias para la formación de precios, los pagos de impuestos sobre las ventas brutas por arrendamiento de locales, etcétera, la importación de los productos provocará pérdidas y, por lo tanto, será la población quien más sufra el desabastecimiento.
«A los precios que ustedes informan no es rentable ahora mismo la comercialización y nosotros ni siquiera tenemos intermediarios», explicó el socio de una pequeña empresa privada que t