Yamila González Ferrer, diputada y feminista cubana. Foto: Reynaldo López Peña / Periódico 26.
¡Alerta, ya se práctica el vientre de alquiler en Cuba!, nos dicen algunos medios, incluso algunos alternativos. Leemos, además, una “noticia” de impacto: un cantante español estaría a punto de ser padre de un bebé gestado por una mujer cubana. ¿Verdad, mentira?
Estamos al habla con Yamila González Ferrer, diputada y feminista cubana, vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, miembro de la Comisión Redactora del Código de las Familias de Cuba y del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de Naciones Unidas, para dar un poco de luz a este asunto.
Preguntamos a la abogada si la llamada gestación solidaria, aprobada dentro del nuevo Código de las Familias de Cuba, es lo mismo que el “vientre de alquiler”, si tiene algo que ver o si no tiene absolutamente nada que ver. Afirma que el vientre de alquiler no solo no existe en Cuba, sino que está penado en el Código Penal. Y que la gestación solidaria es algo completamente diferente: no puede existir pago ni interés económico alguno, y está completamente blindada por controles médicos, legales, judiciales y penales. “Los controles legales y médicos blindan toda posibilidad de que exista vientre de alquiler en nuestro país” y “explotación del cuerpo de las mujeres”, sentencia.
Y detalla cada uno de los controles establecidos. Subraya que la gestación solidaria solo se podrá ejercer por motivos altruistas y solidarios; entre personas con vínculos familiares o afectivamente cercanos, probados y de larga data; con edad superior a los 25 años; siempre que se hayan agotado o fracasado otras técnicas de reproducción asistida, si hubiera posibilidad de ellas; y por una única vez. En la gestación solidaria la mujer gestante no aporta el óvulo, y si esto es así ya no se considera gestación solidaria. Y la aceptación por parte de la mujer gestante no elimina su derecho constitucional a la interrupción del embarazo, de manera segura y gratuita, nos explica.
Interpelamos a la jurista cubana sobre la preocupación y crítica, desde algunos sectores de izquierda y feministas, de Europa por ejemplo, que muestran su rechazo a la gestación solidari