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Josué muere el 30 de junio de 1957, cuando aún no había cumplido los 20 años de edad, junto a Floro con 23 años y Salvador también con 23
Santiago de Cuba es una ciudad llena de fechas heroicas, pero una de ellas se recuerda cada 30 de junio por la muerte en combate en 1957 de tres jóvenes por los sicarios del dictador Fulgencio Batista, los combatientes del Movimiento 26 de Julio (M-26-7) Josué País, Floro Vistel y Salvador Pascual.
Josué era el hermano menor del jefe de la resistencia clandestina contra la dictadura, Frank País García, y al igual que su hermano, estaba muy influido por la educación de su madre, Doña Rosario. Su padre murió cuando Josué tenía dos años, y ella mantenía su familia haciendo dulces y dando clases de piano en un ambiente austero, de ética, moral y buena conducta.
El 7 de diciembre de 1953, el estudiantado santiaguero salió en manifestación en homenaje al Titán de Bronce. La policía batistiana bloqueó la calle Trinidad, por donde bajaban los jóvenes y la emprendió a palos con ellos. Josué cogió una piedra e hizo trizas el farol debajo del cual estaban los uniformados. Estos se abalanzaron sobre el adolescente que apenas tenía 15 años, pero un grupo de manifestantes lo defendió.
Frank organizó la Acción Revolucionaria Oriental (ARO) para luchar contra la tiranía batistiana y lógicamente, entre sus fundadores se halló Josué, a quien, a mediados de 1954, lo sorprendieron pintando un muro con consignas de ¡Abajo Batista!. Conducido a una estación de policía, lo sometieron a un intenso interrogatorio, lo colgaron por los pies (a pesar de que solo tenía apenas 16 años, pero únicamente se inculpó a sí mismo: “Fui yo, más nadie que yo…”. Por ser menor de edad, el tribunal lo sancionó a un año de prisión domiciliaria, pero no se amilanó y continuó conspirando.
Ya como miembro del Movimiento 26 de Julio, después de ser detenido durante el levantamiento del 30 de noviembre de 1956 en Santiago de Cuba, cumplir prisión y ser posteriormente liberado, Josué se sumergió en la clandestinidad.
El domingo 30 de junio de 1957 los políticos del régimen escenificarían un mitin de apoyo a Batista en el Parque Céspedes. Sus organizadores pretendían “demostrar a la nación la absoluta calma que reina en Oriente” y adoptaron numerosas medidas represivas para garantizar sus propósitos. cuando en realidad toda la región era un incontenible hervidero revolucionario.
La dirección del M-26-7 preparó acciones conjuntas para sabotear el mitin. Josué dirigiría uno de los grupos armados que realizaría disparos al aire para disolver la concurrencia al acto. Se suceden los oradores. Josué y Floro Vistel Somodevilla se hallan ocultos en una c