La Habana, 28 jun.- Mediante el activismo, el trabajo en las comunidades, a través de emprendimientos económicos o desde las academias, mujeres negras y mestizas han contribuido de forma significativa a encauzar las agendas de lucha contra el racismo y la discriminación racial en Cuba.
Varias de ellas sostienen que, casi en las postrimerías del Decenio Internacional para los Afrodescendientes, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas para el periodo 2015-2024, se verifican aportes, aunque también quedarán pendientes en la agenda afrofeminista relacionados con brechas de desigualdad reacias a desaparecer.
De acuerdo con la socióloga Geydis Fundora no puede desconocerse que el impulso a la agenda antirracista en este país caribeño “ha sido un trabajo de colectivos, también en alianza con los hombres, pero donde las mujeres han tenido un papel destacado”.
Reconocimiento, justicia y desarrollo
Sobre los tres ejes fundamentales que mueven la agenda del Decenio, reconocimiento, justicia y desarrollo, “creo que existen contribuciones en los tres”, enfatizó a IPS la investigadora y profesora de la Facultad Latinoamericana para las Ciencias Sociales (Flacso), especializada en temas de desigualdades sociales y políticas de equidad.
En el caso del reconocimiento, “creo que las mujeres han sido claves en la recuperación del legado histórico y cultural de los afrodescendientes, desde la educación popular a nivel barrial, los proyectos comunitarios, hasta quienes imparten clases en diversos niveles de enseñanza”, consideró Fundora.
Se refirió asimismo al movimiento en torno a la afroestética, “con proyectos y emprendimientos liderados por mujeres, algo que también forma parte del reconocimiento de ese legado”.
“Las mujeres han sido claves en la recuperación del legado histórico y cultural de los afrodescendientes, desde la educación popular a nivel barrial, los proyectos comunitarios, hasta quienes imparten clases en diversos niveles de enseñanza”: Geydis Fundora.
En el ámbito del desarrollo valoró “los procesos de formación, capacitación, acompañamiento a la gestión del empleo, empoderamiento y creación de afroemprendimientos femeninos”.
Para la psicóloga Norma Guillard en el apartado de justicia sobresalen, en el caso cubano, el Programa para el Adelanto de las Mujeres y el Programa Nacional de lucha contra el racismo y la discriminación racial, entre otros.
Desde marzo de 2021 el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres devino la principal política pública del Estado cubano para proyectar otras políticas a favor de la equidad de género.
Antes, en noviembre de 2019, el gobierno aprobó el Programa nacional contra el racismo y la discriminación racial, nombrado Color cubano. Fue concebido como una política pública de superación de desventajas asociadas al color de la piel y que propone actuar sobre las causas del racismo de manera multidimensional y desde un enfoque integral afirmativo.
“Considero significativo el reforzamiento del marco legislativo para prevenir y enfrentar diversas manifestaciones de discriminación, incluyendo aquellas relacionadas con el color de la piel”, señaló a IPS Guillard, presidenta de la sección de Identidades, Diversidad y Comunicación Social (Seres) de la Sociedad Cubana de Psicología.
La fundadora en 2012 del capítulo cuba