Foto: Tomada del perfil de Francys Romero / Facebook.
23 / junio / 2024
Hace poco más de un mes, me preguntaba en esta columna si el toletero cienfueguero José «Pito» Abreu se convertiría en la peor inversión de los Astros de Houston en Grandes Ligas. Aunque cruzaba los dedos por el cubano, la realidad es que así fue.
Ni «cortos ni perezosos», el fin de semana pasado los «galácticos» de Texas mandaron al inicialista cubano a las duchas frías con un directo «Gracias por todo, Abreu, la mejor de las suertes». Toda la suerte, pero lejos de allí.
«Los Astros han liberado hoy al veterano 1B José Abreu. Para ocupar el lugar de Abreu en el roster, Houston seleccionó al IF/OF Cooper Hummel de Triple A Sugar Land», detallaron luego en un mensaje en la red social X.
Los de Houston habían desembolsado por Abreu (antes de la temporada beisbolera de 2023) la astronómica cifra de casi 60 millones de dólares.
Con el despido actual, los Astros tendrán que pagar la mitad del dinero entre este año y el siguiente. Una millonada que el cienfueguero puede cobrar refrescándose en la piscina de su mansión.
Aunque seguramente no lo haga, porque el toletero antillano debe estar buscando dónde le permitan recalar —aunque su ofensiva sea una película de terror para cualquier equipo en la MLB y habrá pocos directivos que se quieran arriesgar a gastar un dineral en un veterano en horas bajas—.
El rendimiento ofensivo de Abreu durante la actual campaña, en los pocos partidos que estuvo con Houston, fue de olvido.
Según las estadísticas oficiales de la MLB, el cienfueguero promedió apenas 124 de average, con siete carreras empujadas y 14 imparables en 113 turnos al bate.
Tras su regreso de las Menores a finales de mayo, lo vi en una de las primeras subseries y su estado fue pobre; no solo porque mantenía la baja ofensiva, sino porque mentalmente estaba ido.
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