El pasado 2 de abril ocurrió un suceso que la comunidad cubana de desarrolladores de videojuegos llevaba ocho años esperando: el lanzamiento oficial de Saviorless, considerado el primer juego independiente de la isla que sale en colaboración con una editora internacional.
Saviorless es fruto de la colaboración con la editora francesa Dear Villagers, conocida por publicar títulos como Fort Solis y The Forgotten City.
Creado por el estudio cubano Empty Head Games, conformado por el diseñador y artista visual Josuhé Pagliery, de 43 años, y el programador David Darias, de 35 años, Saviorless se encuentra disponible para PC en las plataformas Steam, GOG y Epic Games Store, y también para Nintendo Switch y PlayStation 5.
“Es un juego de plataformas artístico de acción ambientada en un oscuro mundo de fantasía conocido como las Islas Sonrientes, repletas de personajes y criaturas bizarras completamente dibujadas y animadas a mano”, así lo presenta Steam bajo un precio de 12, 99 euros.
“El grueso del proceso consistió en David y yo trabajando en una computadora en mi casa: prototipo, diseño de niveles, montar la visualidad en el editor. Tampoco fue para tanto… apenas se trató de cerca de 2 700 días de trabajo”, dijo con ironía Josuhé Pagliery, el artífice del arte y la trama del juego.
Por su parte, el creador Germán Carrasco realizó la música y los efectos de sonido, y Rubén Cruces fungió como asesor narrativo.
“Las animaciones son muy importantes en Saviorless, su estilo cercano al full animation y completamente hechas a mano, realzan muchísimo toda la calidad visual del producto”, agregó.
Una trama cuestionadora
Los jugadores se pondrán en la piel de tres personajes: Antar, un niño que desea convertirse en un salvador y protector de las islas, cuyo viaje lo llevará a través de ruinas antiguas, paisajes traicioneros y puzles; Savior (Salvador), el alter ego enmascarado del primero; y un tercer protagonista, Nento, quien aniquila todo a su paso.
Con giros argumentales sorpresivos, estos personajes y los llamados Narradores compiten por el dominio de la narrativa que, según Pagliery, se entiende como una “forma de controlar la realidad y pervertirla a su antojo”.
En efecto, dijo el autor, el concepto de control motiva esta trama. “Vivimos en tiempos en que la realidad misma está siendo cuestionada por el hedonismo y la subjetividad individual. La humanidad se ha movido a lo que llamaría un ‘solipsismo global’, en donde cada quién, como protagonista de su propia visión y verdad, cree estar en posición de redefinir el mundo a su conveniencia”, filosofó.
Y añadió: “El inocente niño Antar que persigue su sueño o deseo, en oposición a Nento, que aparentemente desea destruir el mismo, muestran