Algunos medios de prensa y varios comunicadores han interpretado que si se aprueba el proyecto de ley de migración —publicado en el sitio web oficial de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP)—, los cubanos podrían renunciar a la ciudadanía cubana y entrar al país con un pasaporte extranjero en caso de contar con otra ciudadanía.
La afirmación es engañosa.
Si bien el proyecto de la ley de migración anuncia que el Gobierno cubano piensa en la posibilidad de regular el proceso de renuncia de la ciudadanía cubana, lo cierto es que de aprobarse el proyecto (e incluso luego de entrar en vigor) la posibilidad no estaría disponible de forma inmediata.
El proyecto asegura que los cubanos que renuncien a la ciudadanía cubana, una vez aprobada la renuncia, serán “considerados extranjeros” y no podrán “identificarse en Cuba como ciudadanos cubanos”. Asimismo, considera que a los efectos de “la entrada y salida al país [estarán] sujetos a la presentación del pasaporte extranjero correspondiente, exigencia de visado y los documentos de viaje que correspondan”.
El borrador solamente menciona la posibilidad de renuncia de la ciudadanía cubana para definir quiénes serán considerados extranjeros luego de que el proyecto se convierta en ley. Pero no implica que la futura ley de migración o su reglamento podrán emplearse de argumento legal para promover procesos de renuncia de ciudadanía ante las autoridades pertinentes.